Dentro de la cultura asiática tener una hija sigue siendo motivo de vergüenza o desgracia.
Regeneración 20 de julio de 2017.– Una mujer del este de China falleció tras abortar por cuarta vez consecutiva al ser obligada por su pareja después de someterla a rayos X para conocer el sexo de su descendiente, a pesar de estar prohibido.
La pareja ya contaba con una hija de cuatro años de edad y tras la declaración por parte del gobierno de China de anular la política de ‘hijo único’, decidieron buscar con perseverancia en los últimos meses dar a luz un varón, pero no tuvieron éxito.
En China está estrictamente prohibido conocer el sexo del recién nacido antes de dar a luz. Sin embargo, hay clínicas que operan clandestinamente que comprueban el sexo del feto a través de Rayos X y por ese medio es que se supo que la mujer había estado embarazada las últimas cuatro veces de
Después de someterse a cuatro abortos en menos de un año, la salud de la mujer cayó gravemente. Meses después, el hombre decidió divorciarse de su pareja y a pesar que la mujer pidió un apoyo para recuperarse y pagar su tratamiento dentro del hospital , su ex marido le proporcionó la cantidad de alrededor de 2 mil dólares.
Finalmente, la mujer no soportó el daño provocado a su cuerpo, por lo que murió días después.
En cuanto al hombre, el medio local Jianhuai Morning News informó que no obtener éxito en su búsqueda de un hijo, ya planea casarse con otra mujer.
A pesar que los tiempos van avanzando, en la cultura asiática prevalece la costumbre de favorecer el nacimiento de los varones por encima de las mujeres.
La política del ‘hijo único’, fue una medida de control de la población establecida en zonas urbanas de China, vigente entre el año 1979 y finales del 2015, con el objetivo de establecer un control de la natalidad que redujera la sobrepoblación del país, puesto que alberga la quinta parte de la población mundial.
Con información de: RT