Narco aprovecha pobreza de campesinos para cultivo de amapola

En la sierra, muchas familias también son despojadas de sus tierras para la siembra. Una hectárea de amapola genera hasta 2 millones de pesos a los cárteles de la droga.

 

Regeneración, 21 de octubre de 2017.- La pobreza de la gente del sur de Chihuahua es aprovechada por las redes del narcotráfico que los obligan a cultivar amapola. Un kilo de capullo se paga en 25 mil pesos en las áreas rurales y en las urbanas sube hasta 30 mil.

Hace unos días, durante un operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Guachochi, en la Sierra Tarahumara, se encontraron con una carta de un campesino donde pedía que los militares no destruyeran el cultivo.

La carta decía: ‘‘Por Fabor no me tunben no tengo en mi casa nada ni piso ni comida Para mi familia ni dinero Para vestirlo. Ni sapatos tray mis ijas no tengo nada lo pido por Fabor que me comprendan y me dejen por Fabor sacar dinero. Les pido una disculpa por estel papel (sic)’’.

Según las autoridades militares, la zona cercana al Triángulo Dorado (región comprendida entre los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango) es de ‘‘alta incidencia’’ de plantación y es que, solo una hectárea de la siembra genera hasta 2 millones de pesos a los cárteles de la droga en la zona.

Pero hay otro problema que afecta a los campesinos, de acuerdo con el general de brigada diplomado de Estado Mayor, Martín Salvador Morfín Ruiz, las familias son despojadas de sus tierras para la siembra de amapola.  

‘‘Ciudadanos denuncian que de pronto les sembraron (la planta). Ellos no se quieren inmiscuir en problemas porque están en la sierra, por eso denuncian y hasta nos mandan fotos de Google Maps con coordenadas, y nosotros las atendemos’’.

Aunque la gente se oponga a la invasión, los cárteles les han arrebatado las tierras pues los terrenos ejidales donde se planta la droga, no tienen dueño.

‘‘En el presente año no hemos localizado laboratorios, ya que algunos son móviles. Los ponen, elaboran la droga y los desaparecen rápido, precisamente por los operativos. Lo que regularmente hacen es tomar un cuarto o un kilo de goma de opio, que es redituable, y por tráfico hormiga se lo llevan a las ciudades donde encuentran los medios más propicios para poder acondicionar un laboratorio clandestino’’, dijo en entrevista con La Jornada.

‘‘A los grupos delincuenciales es raro encontrarlos. Ellos en cuanto saben que estamos ahí abandonan el lugar. Esta es la tercera operación Sierra Madre”, dijo.

De cada hectárea, se obtienen 11 kilos de goma de opio que más adelante se produce en un kilo de heroína, el cual tiene un valor de 700 mil pesos. De él, se extraen hasta 6 mil 666 dosis, lo que genera para los cárteles, ganancias de hasta un millón 999 mil 800 pesos.

 

 

Con información de La Jornada