Este eclipse permitirá localizar mejores sitios de aterrizaje, así como profundizar sobre las características y la historia de la superficie lunar
Regeneración, 30 de enero del 2018. La Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA-por sus siglas en inglés) señaló en su portal de internet que “el eclipse lunar del 31 de enero dará a un equipo de científicos una oportunidad especial para estudiar la Luna utilizando el equivalente para el astrónomo de una cámara termosensible o térmica”.
La NASA detalló que se trata de un fenómeno lunar muy especial “Tres eventos lunares se unirán en una superposición inusual que se llama una súper luna azul de sangre. La segunda luna llena en Enero tendrá lugar el día 31, convirtiéndose en la primera luna azul de 2018. También se considerará una superluna, una que parece un poco más grande y más brillante de lo normal porque ocurre cuando la Luna está cerca de su perigeo, o el punto más cercano en su órbita a la Tierra”.
“Además, un eclipse lunar tendrá lugar en la mañana del 31 de Enero, dará temporalmente a la Luna un color rojizo conocido como luna de sangre” indicó la agencia estadounidense.
Para los investigadores, “el eclipse ofrece la oportunidad de ver qué sucede cuando la superficie de la Luna se enfría rápidamente. Esta información les ayudará a comprender algunas de las características del regolito, la mezcla de tierra y rocas sueltas en la superficie, y cómo cambia con el tiempo”.
La publicación de la NASA recuperó diversas reflexiones de sus investigadores: «durante un eclipse lunar, la oscilación de la temperatura es tan dramática que es como si la superficie de la Luna pasara de estar en un horno a estar en un congelador en unas pocas horas», dijo Noah Petro, científico adjunto del proyecto LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter), en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Petro precisó, según el boletín de la NASA que “Normalmente, las transiciones dentro y fuera de la oscuridad, y los cambios de temperatura que las acompañan, se extienden a lo largo de un día lunar, que dura 29 días y medio de la Tierra. Un eclipse lunar induce estos cambios a gran velocidad”.
Dicha agencia también informó que “desde el Observatorio Haleakala en la isla de Maui en Hawai, el equipo llevará a cabo sus investigaciones en longitudes de onda invisibles donde se percibe el calor. Ya han hecho este tipo de estudio varias veces, señalando ubicaciones lunares individuales para ver cómo retienen calor durante el eclipse”.
«Todo el carácter de la Luna cambia cuando la observamos con una cámara térmica durante un eclipse», dijo Paul Hayne del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado en Boulder. «En la oscuridad, muchos cráteres y otras características familiares no se pueden ver, y áreas normalmente no descritas alrededor de algunos cráteres comienzan a ‘brillar’, porque las rocas todavía están calientes».
Así “la rapidez o la lentitud con que la superficie pierde calor depende del tamaño de las rocas y de las características del material, incluida su composición, su porosidad y su esponjosidad”, indicó la publicación.
Los científicos lunares ya saben mucho sobre el tránsito día a noche y los cambios de temperatura estacionales en la Luna por los datos recopilados por el instrumento Diviner de LRO desde 2009, indico la NASA, además “esas variaciones a largo plazo revelan información sobre las características más grandes y las propiedades globales de los primeros centímetros de regolito. Los cambios a corto plazo debido al eclipse obtendrán detalles del material fino y la capa superior del regolito”.
Al comparar los dos tipos de observaciones, el equipo puede observar variaciones en áreas particulares, por ejemplo, los remolinos lunares en Reiner Gamma o un cráter de impacto y los restos sueltos a su alrededor.
Este tipo de información es útil para fines prácticos, como buscar sitios de aterrizaje adecuados. También ayuda a los investigadores a comprender la evolución de la superficie de la Luna.
«Estos estudios nos ayudarán a contar la historia de cómo los impactos grandes y pequeños están cambiando la superficie de la Luna durante el tiempo geológico», señaló el científico cuyas declaraciones fueron recogidas por la página de la agencia en internet.