El Congreso de El Salvador aprobó reformas constitucionales que permitirán la reelección presidencial sin límites, beneficiando directamente al actual presidente Nayib Bukele.

RegeneraciónMx, 3 de agosto de 2025.- Tras la votación de 57 votos a favor de 60 posibles, se modificaron cinco artículos de la Constitución de El Salvador, lo cual elimina la segunda vuelta electoral y extendiendo el periodo presidencial de cinco a seis años.
Además, se incluyó una cláusula transitoria para adelantar el fin del actual mandato presidencial en 2027 y así unificar todas las elecciones en una misma fecha.
Esta medida permitiría a Nayib Bukele postularse nuevamente en los comicios de febrero de 2027, consolidando su permanencia en el poder más allá de 2029.
Organizaciones nacionales e internacionales han condenado las reformas, acusando a Bukele de instaurar un modelo autoritario y erosionar la democracia salvadoreña.
Acción Ciudadana comparó la situación con las dictaduras de Daniel Ortega y Nicolás Maduro, mientras diputadas opositoras denunciaron la «muerte de la democracia».
Nayib Bukele y su respuesta en redes
El presidente salvadoreño reaccionó en la red social X, argumentando que en muchos países desarrollados se permite la reelección indefinida sin críticas internacionales.
Bukele cuestionó que, por tratarse de un país pobre, se le impida ejercer su soberanía al implementar reglas similares a las de monarquías parlamentarias europeas.
Según el mandatario, el problema no es el sistema político sino que El Salvador actúe con independencia frente a los estándares internacionales dominantes.
Las reformas se aprobaron gracias a una modificación previa del artículo 248, que permite cambiar la Constitución en una sola legislatura sin esperar nuevos comicios.
El Tribunal Supremo Electoral ya confirmó que adecuará su plan estratégico para los comicios de 2027, adaptándose al nuevo marco legal.
Aunque Bukele ha sido criticado por su estilo de gobierno, mantiene un respaldo popular del 85.2%, según encuestas recientes.
Solo un 1.4% de la población considera preocupante la concentración de poder en su figura, según los datos del sondeo nacional.














