Niña envenenada por sus compañeros de secundaria sufrió meses de bullying

Sarita no quiere volver a la escuela, por lo menos pasó seis meses de agresiones antes de la última agresión que casi le quita la vida.

 

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Regeneración, 12 de febrero de 2017.- Sarita, una estudiante de la Secundaria Técnica 17, fue víctima de una agresión de violencia dentro de la escuela, cuando sus compañeros pusieron pesticida en su bebida, lo que casi le cuesta la vida.

Pero esta agresión, se sumó los casi seis meses de acoso escolar o bullying de los que fue víctima de parte de los alumnos del grupo A de la escuela, situada en Salvatierra, Guanajuato.

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En su cumpleaños la bañaron con botellas de agua; corrían a la llave, llenaban los envases y la empapaban, burlándose de ella, contó su madre, Verónica Sánchez López.

Y aunque su madre y tía, Beatriz Sánchez, quienes trabajan en un expendio de pollo, aseguran que las autoridades escolares sabían del acoso que sufría su hija.

En diciembre la menor empezó a poner muchos pretextos para no asistir a la escuela, pese a ser una alumna destacada y atenta que ostenta un promedio de 9.1, argumentaba estar enferma, pero una vez en el médico, no se le hallaba ningún padecimiento; entonces confesó que varias alumnas que van con ella en el primer A, y que se juntan con Leslie, la acosaban.

«Le tomaron coraje porque un maestro le encarga el grupo cuando sale a la dirección, le pide que anote en una libreta los nombres de los niños que hagan desorden o se salgan del salón», relató la tía.

Sus compañeras le decían «vaca», «panzona», se reían de ella, le simulaban flatulencias, pero las agresiones escalaron hasta empaparla el día de su cumpleaños, en octubre, y esta última agresión, que casi le cuesta la vida.

La semana pasada, durante la clase de Agricultura, alumnos le pusieron veneno a la bebida de Sarita tenía en su pupitre, ocasionándole una intoxicación grave que por la que estuvo cuatro días hospitalizada, indicó Verónica, su madre.

«¡Imagínese, nada más el hecho de que me digan qué fue lo que ingirió y eso!», se lamentó.

Un médico de guardia del Hospital General de Salvatierra reportó el ingreso de la menor ante el Ministerio Público por tratarse de un hecho de violencia; la madre ratificó la denuncia y presentó una queja en la Procuraduría de Derechos Humanos y la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), que inició un proceso administrativo.
En un informe rendido al departamento jurídico de la SEG el director de la Secundaria confesó que estando en clases de Agricultura le pusieron a una alumna en su bebida insecticida denominado “Rampas”, por lo que fue llevada a las 9:30 horas al hospital en donde le hicieron un lavado intestinal.

El Subprocurador de Justicia de la Región «C», René Urrutia de la Vega, señaló que en el dictamen pericial se estableció que el producto que consumió la niña es un organofosforado que le ocasionó lesiones, clasificadas por el médico legista como aquellas que no ponen en peligro la vida y tardan menos de 15 días en sanar.

Dijo que si se establece la participación de los compañeros de la víctima en el hecho podrían ser investigados en la agencia del Ministerio Público especializada en adolescentes.

La delegación regional de la SEG en el sureste del estado dijo que se realiza una investigación en la que están implicados el director y el maestro responsable de la clase de Agricultura, quien tenía bajo su cargo los materiales que se utilizan en clases, como son los fertilizantes.

En la indagatoria se reveló que el docente le confió la llave a dos niñas para que guardaran el insecticida. Al interior del plantel han sido requeridos los padres de cinco alumnas y dos alumnos, por el envenenamiento de Sara.

No quiere volver. Verónica Sánchez afirma que su hija está mejor de salud, pero que la violencia que enfrentó va a más allá de una broma, se trató de un hecho grave.

“La niña está muy triste, muy afectada sicológicamente. ¡No quiere volver a esa escuela!”. Advirtió que Sarita es la víctima y no es la que tiene que dejar la escuela, sino que quienes se tendrían que ir son los que le causaron daño. Dijo que la familia no tiene recursos para llevar a la niña a una escuela de otra comunidad.

La delegada de SEG, Hilda Guadalupe Alvarado, informó que se propusieron alternativas a la familia de Sara Daniela, para que pueda estudiar en otras escuelas. Comentó que la alumna “está algo asustada, no quiere volver a la escuela”, por lo que se le buscará acomodo en otra secundaria, donde ella esté tranquila. También se le está tramitando una beca para apoyarla en los estudios y la atención médica que requiera será gratuita.

Vía El Universal