Tanto las naciones aliadas del régimen Sirio como los aliados de los rebeldes se culpan mutuamente del reinicio del conflicto en la ciudad de Alepo
Regeneración, 14 de diciembre de 2016.- El pasado domingo había sido declarado el fin del conflicto en la ciudad siria de Alepo; las tropas del Ejército Sirio habían logrado expulsar a los rebeldes que buscaban derrocar el gobierno del presidente Bashar al-Assad. Incluso miles de civiles estaban siendo evacuados.
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Sin embargo, este miércoles, reportes de corresponsales y del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), citados por AFP, indican que se retomaron los bombardeos contra los barrios rebeldes de Alepo.
Rusia, que apoya al gobierno actual de Siria, acusó a los insurgentes de la reanudación de los combates: «Aprovechando la tregua, los rebeldes se reagruparon al alba e intentaron franquear las posiciones de las tropas sirias en el noroeste de Alepo», explica un comunicado del ejército ruso. «El ataque terrorista fue rechazado. El ejército sirio prolongó sus operaciones de liberación».
En el bando opuesto, Turquía acusó al régimen sirio y a sus aliados terrestres, los combatientes iraníes y los del Hezbolá libanés, de imposibilitar el cumplimiento del alto el fuego.
Según los rebeldes, el régimen Sirio y sus aliados iraníes «impusieron nuevas condiciones» al acuerdo.
El Gobierno de Siria, por su parte, argumentó que estaba en desacuerdo sobre el elevado número de personas que debían ser evacuadas.