El pleito entre azucareros mexicanos y empresarios estadounidenses, terminó con un acuerdo con el que los mexicanos no están satisfechos, pero no les queda de otra.
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Regeneración, 07 de junio de 2017.- Luego de meses de dimes y diretes sobre el acuerdo de las medidas de exportación de azúcar mexicana a Estados Unidos, producto al que se pretendía imponer un impuesto, los azucareros no están felices con el resultado, pero no les quedó de otra.
El acuerdo que se alcanzó es que el gobierno mexicano se comprometió a reducri la cantidad de azúcar refinada que el país vende a Estados Unidos y subir la proporción de azúcar cruda a cambio de evitar cuotas compensatorias, es decir, el impuesto que se planteaba imponer al producto mexicano.
Lo anterior podría compararse con lo que pasa con el petróleo: México vende petróleo crudo a Estados Unidos, y lo regresan en forma de gasolina, un derivado del petróleo que tiene mayor valor que sólo el petróleo crudo. Ahora con el azúcar, los empresarios mexicanos deberán reducir la cantidad de azúcar refinada, para concentrarse en enviar azúcar cruda, misma que podrían tratarse por empresarios estadounidenses para crear otros productos y revenderlos en México.
Con el nuevo acuerdo, que aún debe de ser firmado por ambos países, del total de exportaciones nacionales a Estados Unidos el 70% se conformará por azúcar cruda y el 30% por refinada. Anteriormente la proporción era de 53% refinada y el resto cruda.
Sobre él opinó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera (CANIAA), Juan Cortina, quien indicó que «Ha sido un proceso complicado en el que (los empresarios) han buscado cerrarnos el acceso. Hemos nadado contra corriente (…) La industria de Estados Unidos nos hace más difícil competir, pero a final de cuentas logramos un acuerdo que nadie más tiene».
«Si nos preguntan si estamos contentos, no, evidentemente (…) Tuvimos que ceder», dijo Cortina.
Pero la alerta de los azucareros no se ha relajado, pues saben que los empresarios estadounidenses seguirán presionando para cerrar el mercado endulzante mexicano, por lo que continuarán con la investigación acerca de la fructuosa estadounidense que se vende en México y que ha afectado al azúcar mexicana.
«Sentimos que es muy importante que siga esta investigación y llegue a un buen final. Ya no nos pueden agarrar en un plano en el que no tenemos con que negociar», dijo Cortina.
El acuerdo también implica que los precios mínimos de azúcar sin refinar aumenten de 22.25 centavos por libra a 23, mientras que para refinada pasa de 26 a 28 centavos por libra. Estos precios excluyen su embalaje y transporte.
Algunos analistas han señalado este acuerdo azucarero como la antesala de la negociación del TLCAN
Vía Expansión