Hace más de 4 años el hombre que “dirige” desde Los Pinos los destinos de esta nación declaró una guerra contra los cárteles mexicanos de la droga. Al paso del tiempo los mexicanos hemos aportado a esta guerra más de 40 mil muertos, según cifras oficiales, un número incontable de heridos, varias de las grandes ciudades del país (Ciudad Juárez, Chihuahua, Monterrey, Tampico, Morelia, Culiacán, Mazatlán) viviendo bajo el miedo y en virtual estado de sitio, zonas abandonadas por sus habitantes, zonas rurales que son tierra de nadie, carreteras federales intransitables, 17 estados de la república en crisis profunda de inseguridad, varios miles de denuncias por abusos a los derechos humanos producidos por las fuerzas policíacas, el ejército y la marina.
Es una obligación constitucional del Estado mexicano garantizar
a sus ciudadanos seguridad
y respeto a sus libertades
y derechos más elementales.
Sin eso, no hay guerra contra
el narco que valga. Exigimos Paz con justicia y dignidad.