Tras las acusaciones que se le hicieron a Ricardo Anaya, Meade Kuribeña dice que él no tiene ‘cola que le pisen’.
Regeneración, 7 de febrero de 2018.- El precandidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade, dijo que no oculta nada: “Yo no tengo cola que me pisen”.
En su cuenta de Twitter escribió que mientras otros se ocupan de defenderse de denuncias por corrupción, él se dedica a hacer propuestas serias en beneficio de la gente, así lo informa El Universal.
Mientras otros ocupan su tiempo en defenderse de denuncias por corrupción, yo no tengo cola que me pisen y me dedico a hacer propuestas serias que le sirvan a la gente. Hoy vamos a Nuevo León.
— José Antonio Meade (@JoseAMeadeK) 7 de febrero de 2018
El coordinador de la campaña de Meade, Aurelio Nuño, calificó al panista Ricardo Anaya como el precandidato de dos caras, por sus mentiras, así como por fingir cualidades y sentimientos para su beneficio, todo lo contrario a lo que ha expresado en su precampaña como aspirante a la presidecia.
Este fin de semana, Proceso publicó una investigación periodística en la que señaló que el precandidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés, creó una fundación que fue utilizada para hacer un negocio millonario inmobiliario con constructores amigos, mediante un esquema de triangulación y encubrimiento.
Pero, Anaya aseguró que la Fundación por más Humanismo actuó apegada a derecho, sin fines de lucro y que jamás recibió recursos públicos.
“Yo no recibí absolutamente ningún beneficio económico de las actividades de la Fundación”, dijo Ricardo Anaya.
Al respecto, Enrique Ochoa Reza, el dirigente nacional del PRI, este martes también acusó a Ricardo Anaya, de ser un “dos caras”, pues sus bienes “no cuadran” con declaración patrimonial 3 de3.
Anaya es un doble cara que afirma ser un ferviente combatiente a la corrupción, parece nopal porque cada semana se le descubren nuevas propiedades, acusó el líder tricolor.
Ochoa Reza agregó que al panista “siempre le pasa lo mismo”, ya que, dijo, le aparecen propiedades y utiliza su inteligencia para establecer mecanismos de corrupción para ocultar sus bienes y hacerse dinero de contratistas.