Por Laura Itzel Castillo
El día de hoy se reúnen en Toluca, capital del estado de México, los tres gobernantes de América del Norte, Barack Obama, Stephen Harper y Enrique Peña Nieto, con el objeto de conmemorar los 20 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y negociar a espaldas de la población los acuerdos que beneficiarán a las grandes trasnacionales, como es el caso del Acuerdo Transpacífico (TTP).
Seguramente están celebrando extasiados las contrarreformas estructurales, laboral, educativa, fiscal y energética, con las que a golpes de spots tratan de adoctrinar al pueblo que vendió su voto al PRI, a cambio de una tarjeta Soriana sin fondos.
Mientras los gobernantes brindan, los ciudadanos padecen. Confieso, sin embargo, que me alegré cuando en pleno gasolinazo una señora le reclamó a su pareja haber votado por Peña Nieto. “¿Pues ya qué?”, le respondió él.
En estos 20 años el país se ha teñido de violencia, está plagado de promesas incumplidas, con programas sociales convertidos en dádivas raquíticas. Lo que se incrementa es el desempleo y la pobreza, que crecen al ritmo del saqueo y la degradación de nuestros recursos, el paisaje y la cultura.
En el TLC se señala, desde su firma, que en el caso del petróleo y la energía debe respetarse la Constitución. Por eso es que una vez modificados los artículos constitucionales, según ellos, ya no habría impedimento para su entrega.
Ante esto, diversas organizaciones se han unido a través de la consigna 20 años del TLCAN ¡Basta de libre comercio! ¡No al TTP!, en seguimiento a los acuerdos tomados en el Encuentro Trinacional Multisectorial, que ha convocado a manifestarse en México, EUA y Canadá.
En el DF han organizado para hoy una ceremonia en memoria de los mineros muertos en Pasta de Conchos, Coahuila, con la presencia de familiares, frente a las oficinas del Grupo México.
A partir de las 10:30 de la mañana una marcha luctuosa desde las oficinas del Grupo México al Ángel de la Independencia, encabezada por el Sindicato de Trabajadores Mineros de la República Mexicana y posteriormente un mitin frente a la embajada de Estados Unidos.
La libertad de expresión forma parte de los derechos humanos plasmados en la Constitución. Por esto, es fundamental ejercerla.
Tomado del El Gráfico