Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas no quiere que Obama le pregunte sobre las ejecuciones extrajudiciales durante su gobierno
Regeneración, 5 de septiembre de 2016.- «Tenemos que ser respetuosos. No se limite a dudar en todas las cuestiones y luego hacer comunicados de prensa. Hijo de puta, voy a traerte infelicidad en este foro», dijo Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, este lunes refiriéndose a su homólogo estadounidense Barack Obama, de acuerdo con el medio ‘La Vanguardia».
La expresión de Duterte se debe a que no desea que Obama le pregunte sobre las ejecuciones extrajudiciales que han ocurrido en Filipinas durante su gobierno, pues «es el líder de un país soberano y solo debe dar explicaciones al pueblo filipino».
La visita de Obama estaba programada para el 6 de septiembre, pero tras estas declaraciones parecen pocas las posibilidades de que se ocurra.
El periódico ‘The Guardian’ de hecho ya descarta que la reunión se realice; ante la tensión diplomática, Obama habría decidido cancelar la visita.
Las muertes extrajudiciales en Filipinas se deben a una campaña presidencial contra el tráfico de drogas. El presidente Duterte había aparecido en los encabezados de los diarios del mundo tras pedir a la población civil de su país que «si conocen a algún drogadicto, mátenlo, ya que sería demasiado doloroso pedir que lo hagan sus padres».
Agregó en aquella ocasión que las matanzas durarán «hasta el último día de mi mandato, si estoy vivo para entonces».
Washington había expresado su preocupación por la matanza masiva de narcotraficantes ordenada por Duterte, que ya ha dejado más de 1,900 muertos desde que llegó al poder en mayo de este año.
Las relaciones entre Filipinas y Estados Unidos comenzaron a tensarse el 5 de agosto, cuando el líder asiático llamó «hijo de puta» y «gay» al embajador norteamericano en el país asiático, Philip Golberg, al quien acusó de interferir en sus asuntos internos.
Con información de RT, La Vanguardia, The Guardian.