Regeneración, 25 de enero de 2016.- Los alimentos hipercalóricos y la poca actividad física que caracteriza la vida cotidiana de muchos niños en el mundo están provocando que hoy existan 41 millones de niñas y niños con sobrepeso u obesidad.
Esto ha comunicado recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe en el que alerta sobre los niveles alarmantes de sobrepeso en los niños de países en desarrollo.
Las cifras indican que los 41 millones de niños con este padecimiento equivalen al 6.1% del total de menores de ese grupo de edad. Este problema empeora en los países de ingresos bajos y medios ya que está relacionado con el poco acceso a alimentos saludables, menos actividad física en sus escuelas y una desregulación y desorden en el mercado del azúcar y los alimentos grasos.
Los niños no pueden elegir el entorno en el que viven ni los alimentos que consumen, y tienen una capacidad limitada de comprender las consecuencias a largo plazo de su comportamiento, por lo que necesitan mucha atención para tener una buena salud.
La obesidad en niños puede causar varias enfermedades, como de corazón y diabetes, y puede contribuir a depresiones y bajo rendimiento escolar.
Según los autores del informe, existen dos procesos biológicos que exponen a un niño a la obesidad.
El primero, llamado “desfase”, resulta de una malnutrición durante el embarazo y los primeros meses de vida, que puede tener un impacto en las funciones genéticas y hacer que el niño sea más proclive a sufrir sobrepeso más adelante.
El segundo proceso, llamado “de desarrollo”, puede ocurrir cuando la madre embarazada es obesa o padece diabetes. Esto “predispone al niño a un exceso de grasa asociado a problemas de metabolismo y a la obesidad”, reza el informe.