El término «seguridad interior» es propio de los regímenes autoritarios, explicó el representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH
Regeneración, 1 de marzo de 2017.- La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos se mostró abiertamente en contra de legalizar la presencia de las fuerzas armadas en las tareas de seguridad pública a través de la llamada Ley de Seguridad Interior. Dijo que el término «seguridad interior» es propio de los regímenes autoritarios.
También la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y diversas organizaciones no gubernamentales (ONGs) se mostraron en contra de esta legislación.
Agregaron que lo que debe buscarse es fortalecer a las instituciones civiles de seguridad pública antes que dar «certezas jurídicas» a la acción del Ejército en las calles.
Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dijo, citado por La Jornada, que aplicar esta ley «sería un retroceso» y un «grave riesgo» para las garantías fundamentales.
Por su parte, el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez dijo que «la participación de las fuerzas armadas en este tipo de tareas no es lo más deseable, dada la especial naturaleza de sus funciones constitucionales».
Ambos funcionarios insistieron en que las evidencias empíricas y los resultados de los pasados 10 años en la lucha contra el narcotráfico demuestran que la solución a los problemas de seguridad y justicia no está en la participación de las fuerzas armadas en tareas que no les corresponden y que no están preparadas ni formadas para ellas.
Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez agregó que esta postura no busca ni pretende golpear o desprestigiar a las fuerzas armadas. «De hecho, nos preocupa que en la discusión se utilice esta figura que juega más con emociones patrióticas que con un análisis de la realidad», dijo.