Hasta la fecha, nada se sabe de los desaparecidos y las autoridades nunca dieron respuesta a las familias de las víctimas.
Regeneración, 22 de diciembre de 2017.- En 2010, un operativo de la DEA en Monterrey dejó como saldo cinco personas desaparecidas.
A las 2:00 horas del 21 de abril de ese año, un comando armado de entre 20 y 30 hombres encapuchados llegó al hotel Holiday Inn, ubicado en Padre Mier y Garibaldi, en el centro de la ciudad, subieron hasta el quinto piso y entraron en al menos seis habitaciones para llevar a cinco mexicanos inocentes, luego de 20 minutos en el sitio, desaparecieron.
Hasta la fecha, nada se sabe de los desaparecidos y las autoridades nunca dieron respuesta a las familias de las víctimas.
De acuerdo con un reportaje publicado este jueves por ProPublica, las desapariciones de los mexicanos fueron producto de una acción fallida de los Zetas contra un operativo de la DEA.
«Un equipo de policías federales mexicanos especialmente seleccionados y entrenados por la DEA se habían hospedado en el hotel», dice el reportaje escrito por Ginger Thompson, ex corresponsal de The New York Times y ganadora del Premio Pulitzer.
Los policías, que estaban encubiertos y eran parte de la Unidad de Investigaciones Sensibles (SIU, por sus siglas en inglés) que encabeza la DEA, buscaban capturar a Héctor Raúl Luna, «El Tory», operador de los Zetas en Nuevo León, quien fue detenido ese mismo año, pero en junio, por el Ejército mexicano.
Pero, los Zetas se enteraron de algún modo del operativo (la DEA cree que por qué la misma Unidad estaba infiltrada por el crimen), llegaron al hotel e intentaron capturar a los policías, pero no lo lograron, un error logístico los salvó.
Según el reportaje, los agentes salieron del Holiday Inn un día antes pues no habían reservado las habitaciones. Así que, en lugar de los policías, los Zetas tomaron a otras personas que apenas y coincidían con los perfiles de los policías.
Luego, cuando se dieron cuenta de la equivocación, pidieron rescate por uno de ellos e incluso cobraron el dinero, pero no liberaron a la víctima.
Entre los desaparecidos aquella noche se encuentra el ejecutivo de marketing de una empresa de productos ópticos, un ingeniero químico de una fábrica de cosméticos, un vendedor de zapatos que sería padre por primera vez, una profesora de universidad que dejó a sus dos hijos y también una recepcionista. Desde ese 21 de abril no se sabe nada de ellos.
El reportaje de ProPublica destaca que la DEA se apresuró a regresar a los integrantes de la SIU a la capital del país y nunca dijo nada sobre el plagio masivo, además, tampoco ofreció ayuda a las familias de los desaparecidos.
Con información de Reforma