Por Ana María Vázquez
RegeneraciónMx.- Amanecemos con el mundo en guerra y de pronto, llevados de la mano por las noticias, cubiertas de infodemia, disfrazadas de juegos de video, de grabaciones hechas de otras guerras, explosiones que no corresponden a las fechas, sino que han sido ajustadas para “ilustrar” canales desde CNN hasta Antena3, nos llevan de la mano para opinar entre buenos y malos, salvadores y represores, inmaculados y asesinos.
¿De verdad?
Hoy, que sale (de nuevo) la declaración del ministro Zaldívar, respecto a la Guardería ABC, recuerdo cómo los medios, nacionales y extranjeros hicieron todo para tapar algo tan monstruoso y desgarrador como la muerte por homicidio imprudencial de 49 niños que fueron quemados vivos. Esta vez, le vino bien a los Calderón el estallido de la guerra en Ucrania, los medios mexicanos, ávidos de noticias: “carne fresca”, de nuevo desestimarán la importancia de esta nota que, repito, valientemente ha dado el ministro más de una ocasión: en 2011, 2013 y 2015 para ser precisa.
¿Y los medios?, callados; los organismos de “defensa a la corrupción e impunidad” en silencio, no sea que en una de esas a perdieran los jugosos financiamientos del país del norte. Nacida en el 2015, Mexicanos Contra la Corrupción, tenía para entonces todos los elementos para desenmascarar y tirar a un presidente, pero no les interesaba tirar al buen Calderón… ahora es diferente, ¿no es así?, hoy sería imprescindible tirar a quien les ha quitado privilegios y está devolviendo al pueblo lo que le pertenece. Guerra Híbrida.
Hemos vivido siempre en guerra.
Tuvimos todo un sexenio sangriento del que nunca han pagado los verdaderos culpables, un hombre enloquecido de sangre y poder, fomentó masacres y caos, dilapidó y regaló recursos que eran patrimonio exclusivo de los mexicanos; encarceló y desapareció a aquellos que osaban gritar en su contra; llamó a las víctimas “daños colaterales”, justificó asesinatos con un “en algo malo andarían”, pero muchos lo adoraron, los que se vieron beneficiados por jugosos contratos, cheques y suntuosos regalos. Esos, los que ahora mantienen a su mujer en un escaño del senado, los que aún le ponen alfombra roja a su paso…los cómplices.
Y mientras, la voz de los 43 niños, de los asesinados y de los desaparecidos sigue gritando: ¡Justicia!, ¡Justicia!
“No me contéis más cuentos”, escribió el poeta León Felipe a propósito de su dolor por la Guerra Civil Española.
La única justicia que podremos esperar para el pequeño dictador que nos “gobernó” (léase masacró) de 2006 a 2012 y cuyos estragos aún estamos pagando, será la justicia divina porque permanecen blindados aquí y con papá USA. Inútil será apelar a la conciencia o al sentimiento de culpa, los psicópatas no la tienen.
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