En Oregón, Estados Unidos la tierra empezó a hundirse bajo la carretera, en plena oscuridad, hasta formar un abismo de nada menos que 18 metros de profundidad.
“Es enorme. Simplemente no hay otra manera de describirlo,” comentó Jared Castle, portavoz del Departamento de Transporte para el suroeste de Oregón, a NBC News.
El socavón se abrió en la carretera costera 101 y se considera prácticamente un milagro que no haya arrastrado a ningún auto. Tampoco hubo heridos ni evacuaciones.