Origen, desarrollo y consolidación del PRIANRD: los titiriteros y sus marionetas

Por: José René Rivas Ontiveros

Con el fin de hacer un frente común para evitar que durante el proceso electoral que concluirá el próximo 6 de junio y que Morena vuelva a obtener la mayoría absoluta en la Cámara Baja y en los congreos locales, así como a ganar la gran mayoría de las 15 gubernaturas y el grueso de las alcaldías que durante ese periodo estarán en disputa, el 11 de noviembre de 2020 se realizó en la Ciudad de México una reunión que contó con la asistencia de cuando mucho una docena de empresarios y políticos que recibió el pomposo nombre de Convención Nacional Ciudadana, en la cual destacó la presencia de Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito, Marko Cortés y Jesús Zambrano, dirigentes nacionales, respectivamente, de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).

De igual forma, estuvieron presentes los señores Claudio X. González Guajardo, actual dirigente de la asociación denominada Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, así como Gustavo de Hoyos, exdirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quienes fueron los convocantes y lograron que los tres dirigentes partidarios se sumaran al agrupamiento denominado “Sí por México” o “Va por México”. Dentro de este, se supone que ellos serán los encargados de recabar y dotar al organismo de los recursos financieros correspondientes, mientras que los partidos los responsables de buscar y generar la base social entre los votantes. De esta manera, pues, Claudio X. González y Gustavo de Hoyos son, de hecho, los verdaderos padrinos, por no decir los titiriteros, de sus nuevas marionetas, máxime si nos atenemos al dicho popular de “el que paga manda”.

Estos dos acaudalados y rijosos personajes del sector empresarial mexicano, fieles representantes de las posiciones más ultraderechistas que actualmente se conocen y se manifiestan públicamente en el país, sobre todo desde el 2018, se han caracterizado no solamente por apoyar a los diferentes agrupamientos anti-AMLO, sino también por ser unos de los más virulentos detractores del régimen obradorista, de la Cuarta Transformación (4T) y de la organización política que el presidente fundó y lo llevó al poder, así como respaldar a quienes las diferentes fuerzas minoritarias de la derecha mexicana —que perdió y sigue perdiendo todos los privilegios que aún tienen o tenían con los gobiernos anteriores— les urge desplazar del lugar que cada uno de estos ocupa dentro del sistema político mexicano.

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En el caso que nos ocupa, el objetivo es arrebatarle a Morena a toda costa la mayoría absoluta que desde el 1 de septiembre de 2018 mantiene en la Cámara de Diputados, mientras que, respecto al presidente López Obrador, es continuar pegándole con todo lo que les sea posible, por todo lo que diga o no diga, haga o no haga, lo haga bien o lo haga mal, a través de las sistemáticas e intensas campañas mediáticas de ataques, calumnias y difamación, con la desesperada intención de desprestigiarlo y deslegitimarlo ante la opinión pública nacional e internacional, antes de que en marzo de 2022 se lleve a cabo el proceso de revocación del mandato presidencial.

En otras palabras, se trata de una perversa, mezquina y vil campaña mediática, relativamente similar a la que los antecesores políticos e ideológicos de “Sí por México” han instrumentado ya en otras ocasiones, como, por ejemplo, en el siglo XIX, durante el gobierno de Benito Juárez, o la que, entre 1911 y 1913, se llevó a cabo en contra del presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez, que finalmente preparó todas las condiciones para el Cuartelazo o la Decena Trágica, así como el artero asesinato de ambos personajes.

No obstante, es importante destacar que la reunión celebrada en noviembre de 2020 no fue la primera en la que las diferentes fuerzas antiobradoristas y de la 4T han manifestado su intención de unificarse y conformar un frente común para desafiar al presidente de la República y a Morena.

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Al respecto, hay que recordar que, ya desde el triunfo arrollador de Morena en 2018 en las urnas, el viejo y pequeño grupo de los “abajo firmantes” que se aglutinan en torno a la revista Nexos —liderados por Héctor Aguilar Camín y sabedores de que en lo sucesivo se quedarían fuera de las múltiples nóminas del presupuesto público en las que se encontraban inscritos desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari hasta el de Enrique Peña Nieto— ya habían propuesto unificarse conforme al cacareado argumento de generar un contrapeso al gobierno obradorista, desde entonces ya calificado por ellos como autoritario y dictatorial, según por estar acabando con las libertades democráticas en nuestro país, como por ejemplo, con la libertad de expresión, entre otras.

Posteriormente, a principios de 2019, en la ciudad de Guadalajara, otra vez la gente de Nexos, pero ahora acompañada por Enrique Krauze, directivo de la revista Letras Libres, así como de Raúl Padilla, eterno cacique de la Universidad de Guadalajara, se volvieron a reunir con exactamente el mismo objetivo.

José René Rivas Ontiveros es Profesor e investigador de Tiempo Completo en la UNAM y miembro del SNI.