Por Estefanía Camacho | publicado originalmente en VICE el 21 de agosto del 2014
En los últimos días, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, estuvo dando vueltas por los sets de algunos canales de cadena nacional en donde principalmente explicó el por qué de las aprobaciones de las Reformas Estructurales que se dieron desde el Pacto por México.
Tan sólo en Hoy, programa matutino de Televisa, sostuvo una plática que se dividió en cinco días con dos de sus conductores, Andrea Legarreta y Raúl Araiza, quienes han hecho propaganda en tele para el Partido Verde Ecologista de México. Ahí, la también actriz, Legarreta, dijo estar llena de dudas pero no hizo ninguna pregunta al mandatario y se limitó a hacer comentarios poco críticos sobre el tema y gestos de no entender nada.
Por la noche del martes, Peña Nieto tuvo otra plática con seis comunicadores, entre los que se encontraba Pascal Beltrán del Río, director del periódico Excélsior —que pertece a Grupo Imagen, cuyo dueño es Olegario Vázquez Raña—, la conductora de televisión Lily Téllez, la periodista de Televisa y Radio Fórmula Denise Maerker, Pablo Hiriart, Ciro Gómez Leyva y León Krauze. Esto como parte del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica y que tuvo por nombreConversaciones a Fondo.
Para no dejar ir ningún espacio, la charla se transmitió por nueve canales de televisión y las estaciones del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), además de compartirse en Youtube para resguardar tan trascendente encuentro en la historia mexicana y del periodismo, pues.
La idea fue, como explicó Pablo Hiriart en su columna «La entrevista con EPN» un día después del suceso, «hay un antes y después de las reformas. Es decir, tendría [EPN] popularidad, pero no reformas».
Pero no sólo eso, Peña Nieto también estuvo de nuevo en el programa radiofónico Todo para la mujer. Dos años antes, todavía como aspirante a la presidencia de México, también apareció en una entrevista del mismo programa de Maxine Woodside, quien se dirigió de forma muy profesional a él como «el galán de galanes«. Claro, en la plática más reciente, la conductora Woodside repitió la idea «todos tenemos muchas dudas sobre las reformas».
«Ah eso suena muy bien», como dijo Andrea Legarreta, pero, ¿es verdad eso? ¿Todos tenemos dudas sobre el paquete de las Reformas Estructurales que propuso Peña Nieto? Pues parece como que los mexicanos están muy bien informados sobre todos los cambios que las dos Cámaras representativas aprobaron en los dos últimos años, qué legislador votó en contra y a favor y los efectos que tendrán en un futuro.
Da miedo la cantidad de veces y espacios en los que aparece el Presidente, pues el hecho de que defienda tanto sus Reformas, en lugar de hacerlo parecer casual, informativo y persuasivo, parece que sabe que nadie cree realmente el contenido a favor de los mexicanos que tanto argumenta.
Las últimas leyes secundarias aprobadas fueron en materia energética y tuvo varias posturas polémicas tras la aprobación de la Reforma en diciembre del 2013. Desde el plantón del Partido de la Revolución Democrática (PRD) afuera del Senado y la exigencia de realizar una encuesta nacional, así como la consideración de la aprobación de la Reforma como el «robo de todos los tiempos» por parte de Andrés Manuel López Obrador, actual presidente del Consejo Nacional del Movimiento de Reneración Nacional (Morena).
El Senado aprobó en lo particular la última minuta de las leyes faltantes revisadas por los diputados que referían al paquete fiscal, con 88 votos a favor del PRI, PAN y PVEM y 26 en contra del PRD, PT y del senador del PAN, Javier Corral. Una de estas leyes es la Ley Federal del Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley General de Deuda que aprueba prácticamente que la deuda de 700 mil millones de pesos de la ex paraestatal pase a ser pública. Además, los mexicanos pagarán las pensiones y jubilaciones de los trabajadores de la empresa a partir del 2015, cuya cifra asciende a 1.13 billones de pesos.
Otra ley polémica fue la Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector de Hidrocarburos, que propone la creación de un órgano que se encargará de regular derrames o accidentes en las instalaciones donde se lleven actividades del sector, así como de vigilar el medio ambiente. No pasó mucho en que nombraran al primer director general, quien fuera antes subdirector de Operación y Ejecución de la Estrategia de Pemex, Carlos de Regules.
Otra cambio constitucional fue la apertura a la inversión, exploración y explotación de empresas privadas o extranjeras, actividades que eran propias del Estado desde la expropiación petrolera en 1938. Hasta ahora al menos 80 empresas en el mundo ya tuvieron acercamientos con Pemex para comenzar la exploración en aguas profundas. Entre las petroleras interesadas se encuentran Exxon, Shell, British Petroleum —sí, los del derrame en el golfo de México—, Petrobras y hasta la venezolana PDVSA.
Una de las desventajas que trae la Reforma, también es que los campesinos, ejidatarios y comunidades indígenas tendrán que ofrecer sus tierras en caso de que Pemex o las empresas decidan que son explotables en cuanto a recursos energéticos. Los legisladores cambiaron la palabra «expropiación» por «ocupación temporal» que puede ser por tiempo indefinido y los dueños no podrán negarse a una negociación.
Hasta ahora Peña Nieto anunció que será la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que decida si procede o no una consulta popular sobre la reforma energética. Aunque Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD y uno de los impulsores de esta iniciativa, afirmó que Peña inició una campaña de desprestigio. Incluso el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, admitió que es «poco probable» que la Suprema Corte avale la consulta y recalcó que «hoy la obligación es ejecutar la reforma».
La Reforma incluye muchos puntos polémicos que involucran a personajes tan corruptos como el líder sindical Carlos Romero Deschamps y que pueden ser consultados no con especialistas de programas matutinos, sino de preferencia con gente experta en el tema. Mientras tanto, podemos ver cómo Peña insiste en los beneficios que traerá para los mexicanos con su paquete de reformas en su canal de televisión abierta favorito o con su actriz de telenovela de preferencia.