Los agentes especializados, según contó, especularon que el reptil debió haber estado más de un día escondida en el inodoro y que entró a la residencia en un descuido de los residentes.
Regeneración, 10 de julio de 2018.- Una boa puertorriqueña de seis pies de longitud apareció en el baño de una casa en Manatí, Puerto Rico, causando el susto y la sorpresa de los residentes.
El hombre que se topó primero con el largo reptil es un puertoriqueño de nombre Waldemar Miranda, quien, en su inicio de mañana, caminó hasta el baño y al levantar la tapa ahí estaba el animal.
“Escuchamos que Waldemar gritó y luego nos llamó. Nos pidió que miráramos bien dentro del inodoro. Al principio pensamos que era materia que no había bajado, pero él nos insiste en que miráramos bien… cuando vimos la cabeza de la boa”, contó Valeria Santiago, quien al notar la presencia de la culebra salió corriendo, pero luego buscó su celular para grabarla.
La joven dijo a Primera Hora que llamaron al Departamento de Recursos Naturales (DRNA) en Arecibo y que les indicaron que enviarían personal. Luego de esperar por más de una hora volvieron a comunicarse a la agencia, donde les dijeron que no tenían vehículos disponibles para llegar a la residencia, localizada en la urbanización Gardenia del mencionado municipio.
“Me dieron el número de Manejo de Emergencias de Manatí y de ahí nos refirieron a la Policía Ambiental. Llegaron como cuatro personas, la sacaron rapidito y se la llevaron. Era bien gruesa”, explicó Santiago todavía asombrada por el hallazgo.
Los agentes especializados, según contó, especularon que el reptil debió haber estado más de un día escondida en el inodoro y que entró a la residencia en un descuido de los residentes. Pero Waldemar y Valeria difieren, pues aseguran que las puertas y ventanas de la estructura siempre están cerradas y, además, tienen mascotas que se hubieran inquietado al notar al visitante indeseado.
“Tenemos cinco perros que hubieran dado la alerta, si la hubieran visto. Aquí nunca ha pasado nada, no hay ni iguanas”, reiteró Santiago.
“Ahora mismo estoy normal, pero te tengo que decir que cuando voy al baño miro dos veces el inodoro. Si llegara a pasar otra vez, me voy”, dice la joven, quien ahora se ríe de lo ocurrido.