Mientras los pequeños y medianos productores del campo mexicano registran ingresos anuales menores a 17 mil pesos, el gobierno mexicano impulsa a los agroempresarios otorgándoles recursos a fondo perdido con un monto general que alcanza los mil 300 millones de pesos.
Regeneración, 8 de febrero de 2017.-Más de 1 300 millones de pesos han sido asignados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, a cadenas de valor denominadas “agroclúster” y agroparques, en proyectos apoyados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Se trata de trasnacionales subsidiadas a través de conglomerados agropecuarios que absorben el presupuesto originalmente destinado a los campesinos.
A través del Sistema Nacional de Agroparques se han invertido más de 853 millones de pesos en los ejercicios fiscales 2015 y 2014, indican listados de la Sagarpa.
Entre los beneficiarios de esta política se encuentra Sukarne Agroindustrial, del empresario priísta Jesús Vizcarra Calderón, amigo del presidente Peña Nieto.
Cerca de 476 millones 744 mil 891 pesos fueron asignados a los agroclúster, modelos de inversión que según la Auditoría Superior de la Federación no cuentan con evidencias físicas de proyectos y además presentan irregularidades por más de 45 millones de pesos.
En los ejercicios fiscales de 2015 y 2014, los agroparques obtuvieron 853 millones 936 mil 159 pesos, los principales proyectos beneficiados son Parque Agrosfera Uno SAPI DE CV, en Aguascalientes, con 170 millones de pesos. También el Agroparque De Chiapas SAPI de CV, en el sureste de Chiapas con 160 millones; así como el proyecto denominado Comité Estatal Producto Chile del Estado de San Luis Potosí AC, con 26 millones 13 mil 420 de pesos.
Sukarne Agroindustrial, del priísta Jesús Vizcarra Calderón; el proyecto denominado Santiaguillo de Flores, en Guanajuato y el Agroparque de Yecapixtla, en Morelos, recibieron cada uno 50 millones de pesos, en la partida de 2016, cuando el monto total de asignaciones alcanzó los 364 millones 921 mil 836 pesos.
Mientras los pequeños y medianos productores del campo mexicano registran ingresos anuales menores a 17 mil pesos, el gobierno mexicano impulsa a los agroempresarios otorgándoles recursos a fondo perdido, comenta Marco Antonio Ortiz Salas, líder nacional de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (Coduc). En 2015, los que mayores recursos recibieron fueron Castor Fields SAPI de CV, con 9 millones 500 mil pesos; Cultivos Hidropónicos de Ensenada, SPR de RL, con 9 millones y Administración del Campo SA de CV, con 8 millones de pesos.
La política del actual gobierno opta por invertir en el sector agroempresarial del país, configurado por los grandes procesadores y distribuidores de materias primas agroalimentarias. Los recursos públicos son otorgados como “integración de cadenas productivas y de complementación de actividades diversas, se les dotan de grandes cantidades de subsidios, cientos de millones de pesos para instalar esos agroparques” destacó el presidente de la ANEC. Todo esto mientras que el pequeño y mediano productor no tienen ni siquiera la garantía de que los apoyos les sean entregados a tiempo para su producción.
El Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2014, de la Auditoría Superior de la Federación, muestra las profundas fallas del programa de Agroclústers, entre ellas, la falta de evidencias físicas de proyectos a los que se inyectaron recursos del erario. Como el caso del beneficiario sonorense Negocio Agrícola San Enrique, “se constató que no se desarrolló un Clúster Agroalimentario”. En el informe no se localizó un tractor marca John Deere que había sido adquirido con recursos públicos.
Otro caso es el de el beneficiario Agrícola del Desierto Altar, SA de CV “tampoco desarrolló un Clúster Agroalimentario…, y solamente cuenta con el Acta de Asamblea General notariada que establece que sólo en el caso de que se apruebe el proyecto se constituirá un Agroclúster; hecho que posterior a la autorización del proyecto no se materializó”, indica el informe de la ASF.
A esta oficina le fueron asignados 10 millones de pesos, según los padrones de la Subsecretaría de Agricultura, para los productos de alfalfa y dátil, sobre este caso, el informe de fiscalización muestra que la obra del agroclúster fue demolida y autoridades de la Sagarpa no han llevado a cabo procedimientos de verificación, ni tampoco las acciones procedentes para asegurarse del reintegro de los recursos al gobierno federal.
Otro clúster fantasma es el de la Sociedad de Producción Rural de RI Bustamante Parra y Asociados, a los que Sagarpa entregó también 10 millones de pesos para la producción de dátil, uva de mesa y cebollín. El clúster no fue construido, ni hubo documentación de referencia a ello, también se tiene constancia de que el proyecto sólo generó beneficios para sí mismo. Como este son decenas los casos de irregularidades del programa agroclusters.
Con información de Contralínea