La iniciativa que Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República no ataca de raíz el problema
Regeneración, 24 abril del 2016.– El secretario general de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) Juan Francisco Torres Landa, lamentó que el Estado prefiera que el negocio de la mariguana siga en manos de los delincuentes, pues asegura que la iniciativa que Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República no ataca de raíz el problema.
Comentó que del pronunciamiento del Presidente Enrique Peña Nieto, después de la cerrazón que se había demostrado en cuanto a que el tema no ameritaba cambio alguno, «hubo un viraje suficiente en cuanto al peso de la participación de muchos actores”. Sin embargo, dijo «las medidas fueron pocas y tardías; fueron pocas porque no en realidad no atacan la raíz del problema, que es la ilicitud del mercado, y la imposibilidad que se tiene hoy en día de obtener la sustancia sin tener contacto con la delincuencia organizada».
Es decir, «el origen siendo ilícito, y el gramaje lo pudieron aumentar a 500 gramos, el problema sigue siendo el mismo; pareciera que la autoridad no ha tomado en cuenta que el origen de este producto sigue estando en manos de la delincuencia organizada.
«El único efecto práctico que tiene es evitar que los policías estén realizando redadas en las cuales con cantidades muy pequeñas sería factible de procesar, es decir mes de cinco gramos, ahora tendrán un poquito más de dificultad en hacerlo porque aún y cuando ellos pudieran sembrar una cantidad adicional, 28 gramos es más difícil.
Torres Landa subrayó: «Eso no cambia en nada el tema de la delincuencia organizada y su fortaleza financiera. De hecho, el jueves, seguramente, en varias sedes de la delincuencia habrían hecho fiestas, porque si después de tantos meses este fue el cambio radical, en todo caso hasta lo beneficiaron, porque ahora hasta pueden hacer entregas un poco mayores y sus usuarios ya no van a ser procesados penalmente».
Aún y cuando se permita el uso de la mariguana en materia medicinal, el problema de origen siendo el mismo. «Peor aún, porque lo que se dice es que, indirectamente, en lugar de la producción sea local, vamos a tener que importarla y el beneficio de la producción la dejamos en manos extranjeras, en lugar de beneficiar una industria e incluso a campesinos nacionales, quienes la producen pero están en manos de la delincuencia, cuando podrían estar perfectamente en manos regulares, y seguir siendo tratados como delincuentes».