Regeneración, 28 de mayo del 2015.-El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, declaró información incorrecta a las autoridades sobre las circunstancias en las que obtuvo una de sus propiedades, según documentos públicos revisados por la agencia Reuters.
De acuerdo con la declaración patrimonial oficial presentada por primera vez, en 2013, Peña reportó que recibió una propiedad a través de una «donación», o un obsequio, de su padre. Desde entonces ha actualizado y ratificado su declaración dos veces.
Por medio de una solicitud de información pública, Reuters accedió a documentos que mostraron que Peña Nieto en realidad compró la propiedad en cuestión -un terreno de 1,000 metros cuadrados en el pueblo de Valle de Bravo- en 1988 de manos de un tercero. Pagó 11.2 millones de pesos, o unos 5,000 dólares de esa época, según el registro. Su declaración muestra a la propiedad valorizada en sólo 11,200 viejos pesos o cinco dólares en esa época.
Reuters no pudo determinar por qué Peña Nieto presentó la compra como una donación y declaró un precio menor.
La declaración muestra una lista de otras ocho propiedades inmobiliarias, cinco de las cuales también son reportadas como donaciones. Reuters no pudo corroborar si estas cinco propiedades, que incluyen casas y terrenos, fueron declaradas correctamente.
Los funcionarios públicos mexicanos no tienen la obligación de explicar la fuente de los recursos utilizados para obtener propiedades que reciben como obsequio, pero se les requiere que declaren con precisión cómo adquirieron sus propiedades.
La oficina del presidente no quiso hacer comentarios, a pesar de que se le pidió varias veces explicaciones sobre las discrepancias en los documentos.
La discrepancia en la información, podría reavivar la serie de escándalos de conflictos de interés centrados en propiedades que él, su esposa Angélica Rivera y su ministro de Hacienda Luis Videgaray adquirieron de manos de contratistas vinculados al Gobierno. En un entorno político actual que vincula a OHL empresa contratista que despuntó en el Estado de México, durante la administración del actual presidente de la República y durante la administración de su sucesor en el gobierno del Estado de México, Eruviel Ávila.
La periodista mexicana Carmen Aristegui, reportó a fines del año pasado que la primera dama Rivera estaba adquiriendo una residencia valorizada en varios millones de dólares de una subsidiaria de un contratista del Gobierno que era parte de un consorcio liderado por una empresa china ganador de una licitación -que se canceló- por 3,750 millones de dólares para construir un tren de alta velocidad.
El Wall Street Journal reportó que Peña Nieto compró una casa de un desarrollador que, según el diario, ganó después millones de dólares en contratos estatales de obra pública.
Peña Nieto publicará la actualización de su declaración patrimonial anual esta misma semana con más detalles, según información obtenida por Reuters de un funcionario de la Presidencia. Sin embargo, no revelará los activos de su esposa porque ella no es una servidora pública y no depende económicamente de él.
Según abogados y profesores en derecho consultados por Reuters, la declaración incorrecta podría traer problemas legales al presidente. La discrepancia entre los documentos de registro de la propiedad y su declaración oficial constituyen una declaración falsa a las autoridades.
La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, en su artículo 80 detalla qué cargos públicos, incluyendo «hasta el de Presidente de la República», deben declarar su patrimonio a las autoridades bajo juramento.
«El servidor público que en su declaración de situación patrimonial faltare a la verdad en relación con lo que es obligatorio manifestar en términos de esta Ley, será suspendido, y cuando por su importancia lo amerite, destituido e inhabilitado de tres meses a tres años».
Según los juristas consultados la declaración del presidente debía ser auditada dada la discrepancia.
«En la declaración patrimonial se declara como donación del padre, lo que en realidad es producto de una compraventa«, dijo Víctor Blanco, un abogado y académico mexicano. «Está incurriendo en falsedad«.
Los funcionarios que no logran justificar la fuente de su patrimonio pueden enfrentar una auditoría bajo sospecha de enriquecimiento ilícito. Si se confirma, sería un delito bajo el artículo 224 del Código Penal Federal de México.
Reuters no pudo verificar la información de otras propiedades inmobiliarias de Peña Nieto porque su declaración patrimonial no detalla sus direcciones. Para solicitar una copia de un registro en particular, se debe saber el número de folio, el compendio de papeles en los cuales las propiedades fueron reportadas originalmente. Cuando se busca por nombre de propietario, muchas veces no se obtienen resultados.
En el caso de la propiedad de Peña Nieto identificada por Reuters, una búsqueda por computadora en el registro público en Valle de Bravo inicialmente no arrojó resultados para Peña Nieto. Posteriormente el reportero de Reuters buscó entre viejos archivos de papel de la oficina del registro y halló el nombre del presidente junto a un número de folio. Permitiendo hallar los registros de la propiedad de Valle de Bravo.
MÁS DISCREPANCIAS
Peña Nieto reportó el valor de la propiedad de Valle de Bravo en 11,200 de los llamados «viejos pesos», cuando el registro de la propiedad muestra que originalmente pagó 11.2 millones de viejos pesos, pero a principios de la década de 1990 el peso fue revaluado al eliminar tres ceros a la moneda.
La declaración de Peña Nieto incluye otras dos propiedades registradas en viejos pesos, lo que los abogados dicen que parece estar subestimando su valor real.
Una de esas propiedades es un terreno de 560 metros cuadrados con una casa de 492 metros cuadrados. La declaración dice que las adquirió en efectivo en 1982, cuando era un estudiante de 16 años. La otra propiedad es un terreno agrícola de 24,000 metros cuadrados. Al realizar la conversión los montos declarados usando la tasa de cambio actual, esas dos propiedades están valorizadas en su declaración en un total de apenas 102 dólares.
Sin contar esas tres propiedades, Peña Nieto declaró activos por unos tres millones de dólares en mayo del 2014.
El presidente hizo su primera declaración patrimonial como mandatario a principios del 2013. En esa época, reportó nueve propiedades, seis de ellas descritas como donaciones. No reportó las ubicaciones, ni el valor, ni el nombre de ninguno de los donadores.
En mayo del 2013, modificó su declaración para aclarar que las propiedades donadas vinieron de su madre o de su padre, y les asignó valores. Peña Nieto ratificó su declaración otra vez el año pasado, pero aún entonces no reveló dónde están ubicadas.
Después de presentar su primera declaración patrimonial como gobernante, Peña Nieto, prometió que su Gobierno sería transparente.
«Cumplo así, no sólo por un mandato legal, sino también una obligación ética que normará los actos de quienes somos parte de este equipo de trabajo (…), que tiene que ver con la rendición de cuentas», dijo en ese momento. «Sobre todo, reafirmo mi convicción democrática de conducirme con absoluta transparencia».
Fuente: Reuters (exclusiva por Simon Gardner) / Jueves 28 de mayo de 2015, 16:16 horas