Enrique Peña Nieto y el PRI recibieron una “buena patada” por parte de los votantes, al perder siete gubernaturas ante el PAN, evaluó The Economist, pues “así es como se supone que debe funcionar la democracia: los votantes enojados llegan a lanzar los vagos hacia fuera”.
Regeneración, 10 junio 2016.- En los comicios del domingo 5, el presidente Enrique Peña Nieto y el PRI recibieron una “buena patada” por parte de los votantes, al perder siete gubernaturas ante el PAN, evaluó The Economist, pues “así es como se supone que debe funcionar la democracia: los votantes enojados llegan a lanzar los vagos hacia fuera”.
El semanario británico subrayó que a inicio de su gestión Peña Nieto restó importancia a la lucha contra el crimen organizado, pero el número de homicidios aumentó y la extorsión se convirtió en una “miseria cotidiana”.
También resaltó los resultados del Latinobarómetro 2015, donde se señala que 57% de los mexicanos dijo que ellos o un pariente había sido víctima de un delito en el último año, y que la corrupción le cuesta a México 10% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano para a Competitividad (IMCO).
“De 2000 a 2013 más de 40 gobernadores y exgobernadores estaban implicados en casos de corrupción; sólo dos han sido encarcelados. El crimen y la corrupción se reunieron en la desaparición en 2014 de 43 estudiantes normalistas en el estado de Guerrero a manos de la policía local, los políticos y el crimen organizado”, reseñó.
Esta situación se reflejó en el nivel de desempeño del mandatario priista que en marzo pasado registró su nivel más bajo desde el inicio de su gestión, al obtener 57% de desaprobación de la ciudadanía y 82% por parte de los líderes de opinión.
En cuatro de los 12 estados donde se realizaron elecciones el PRI nunca había perdido. Por ejemplo, en Veracruz gobernó por 86 años; en Durango, 85 años; en Quintana Roo por más de 40 años, y en Tamaulipas 86 años.
Terminar con el gobierno de un solo partido aún es una situación nueva para México, advierte The Economist, pues “fue sólo en el 2000 que siete décadas de gobierno del PRI finalmente terminaron cuando Vicente Fox, del PAN, ganó la Presidencia. Sin embargo, la esperanza de una transformación profunda y duradera que la victoria de Fox planteó ha dado paso a la desilusión”, acotó el medio británico.