Por Jenaro Villamil/Homozapping*
Un breve monitoreo por las principales agencias informativas internacionales nos indican lo insustancial de la visita de Enrique Peña Nieto a la Casa Blanca, en la primera mañana gélida de Washington:
AP.-“Barack Obama busca ayuda de EPN sobre Cuba e inmigración.
(Esta misma agencia desplegó tres notas más sobre la violencia que se registró hoy en Apatzingán con nueve muertos).
BBC.-“Obama dice estar monitoreando el caso de los 43 estudiantes de Iguala”.
En el texto de la nota de la televisión pública británica se reseña que el primer mandatario estadounidense aseguró que ha seguido “los eventos trágicos que rodean a los estudiantes que perdieron la vida” en Iguala.
Reuters.-“Obama y Peña Nieto conversan sobre Cuba y los cárteles mexicanos”.
(Para esta agencia británica, el tema más importante fue la solicitud de Estados Unidos de que México facilite las nuevas negociaciones con Cuba y el régimen castrista).
EFE.-“El presidente de México afirmó que el ‘reto’ que tiene su país es combatir más eficazmente el crimen organizado”.
Notimex.-“Enrique Peña Nieto y Barack Obama acuerdan intensificar el trabajo en favor de ambas naciones”.
(Insustancial, la cabeza de la agencia informativa pública mexicana evade el tema “incómodo” de Ayotzinapa y de los cárteles de la droga).
En su cuenta de Twitter, el periodista de Univisión, Jorge Ramos hizo el siguiente resumen de la visita de Peña Nieto:
“Visita de EPN fue irrelevante para la prensa de EU, Obama habló de Ayotzinapa y EPN regresa a un México indignado por su casa blanca”.
En los medios digitales norteamericanos fue más importante la cobertura de las protestas de decenas de ciudadanos, en las afueras de la Casa Blanca, en medio de una fuerte nevada.
Las protestas contra Peña Nieto, el “asunto incómodo” de Aytozinapa, o la agenda Cuba-Estados Unidos y no las alabanzas por el “Mexican Moment” ocuparon el centro de la gira de 16 horas sin ningún acuerdo concreto, ningún anuncio espectacular.
Lo pueril fue que el mandatario mexicano ni siquiera fue capaz de mencionar la palabra “Ayotzinapa” como si su mera mención fuera una admisión de su derrota y de la crisis. Tuvo que ser Obama el que mencionara los hechos del 26 y 27 de septiembre.
En medio de este panorama, algo debe decirle al “primer círculo” peñista que sus sobrevendidas 11 reformas estructurales no hayan merecido ni una sola mención del mandatario norteamericano.
Peña Nieto llegó en el punto más débil de su mandato y Obama simplemente aprovechó para capitalizar su propia agenda en relación con inmigración, Cuba y recordarle al presidente mexicano que ellos sí saben mencionar Ayotzinapa e Iguala.
Regeneración, 6 de enero de 2015