Los funcionarios de la ONU recibieron las denuncias sobre violaciones a sus derechos a la consulta previa, libre e informada cometidas por la empresa canadiense y los tres niveles de gobierno; así como a la libre determinación y defensa de su territorio, su identidad y su cultura.
Regeneración, 15 febrero 2017.- Sean nuestra voz, nuestros ojos y nuestros oídos ante las autoridades para que se cancele el gasoducto Tuxpan-Tula de TransCanada, pidieron pobladores de la Sierra Norte de Puebla e Hidalgo al Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos.
En reuniones cerradas a los medios de comunicación realizadas en las comunidades de Zacacuatla, en Hidalgo y las pahuatlecas San Pablito y Montellano los funcionarios del organismo internacional recibieron las denuncias sobre violaciones a sus derechos a la consulta previa, libre e informada cometidas por la empresa canadiense y los tres niveles de gobierno; así como a la libre determinación y defensa de su territorio, su identidad y su cultura.
La Misión del Alto Comisionado de la ONU indicó que la visita se realizó en el marco del convenio que tiene con las autoridades mexicanas para lograr un equilibrio entre su ejercicio de poder y el respeto al derecho de los pueblos.
Agregaron que la finalidad de la entrevista con los pobladores era obtener mayor información sobre la situación de los derechos en estas comunidades indígenas en relación con sus tierras y compartir información de los recursos del sistema internacional de protección a los mismos.
Aunque fueron tres las reuniones realizadas en las distintas comunidades, los pobladores coincidieron en señalar que la empresa TransCanada y las autoridades los han engañado y han dividido a sus pueblos de manera burda.
Han simulado la realización de una supuesta consulta en la que no ha dudado en llevar a Notarios Públicos de la región.
Acusaron que TransCanada y su filial Transportadora de Gas Natural de la Huasteca han contratado «pistoleros» a sueldo y para probar su dicho entregaron fotografías a la Misión.
Indicaron que la empresa, coludidos con los presidentes municipales de Pahuatlan Arturo Hernández Santos y de Tlacuilotepec, Alejandro Guzmán García, no han dudado en mentirles con afirmaciones fuera de la realidad como el hecho de que si el gasoducto explota o se daña «su nueva tecnología» le permitirá reconstruirse.
«Detrás del gasoducto vienen las minas y el fracking que dañará los mantos freáticos y el bosque mesófilo de montaña, afectando el agua, la agricultura y la vida», añadieron.
Además devastará los cerros de la sierra otomí-tepehua.
Diversas personas de las comunidades tlacuileñas y pahuatlecas denunciaron estar siendo perseguidos por su oposición al gasoducto que traerá gas natural desde el Sur de Texas para la Comisión Federal de Electricidad.
Por ello, añadieron, la visita del organismo internacional representa una esperanza de que sus pueblos puedan ser escuchados y se cancele el proyecto que sólo traerá muerte y destrucción.