Un mexicano que percibe el salario mínimo debe trabajar 24 horas y 31 minutos para poder comprar los alimentos para su familia.
Regeneración, 13 de enero de 2018.- Desde hace 30 años las alzas al salario mínimo han sido insuficientes para aumentar el poder de compra de los mexicanos, de acuerdo con un grupo de investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en las últimas tres décadas la pérdida acumulada del poder adquisitivo de un trabajador llegó al 80.8%.
El estudio denominado “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora; los aumentos salariales que nacieron muertos” contrasta la evolución del salario mínimo con los precios de la Canasta básica formada por 40 alimentos para satisfacer a cuatro personas.
Hace algunos meses el gobierno decidió subir el salario mínimo de 80 a poco más de 88 pesos mientras que el precio actual de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) está en 245 pesos, precio que supera en casi tres veces el salario mínimo.
“La Constitución de México establece que el salario mínimo debe ser suficiente para alcanzar las necesidades más básicas de un jefe de familia, pero la verdad es que no es así… ¿Cómo es posible decir que 88 pesos es suficiente para lo básico?”, dijo Luis Lozano Arredondo, uno de los autores del informe e investigador de la Facultad de Economía.
El estudio explica que en 1987 la canasta costaba 3.95 pesos y el salario mínimo era de 6.47, entonces los trabajadores podían comer y atender otras necesidades con su sueldo, pero, desde entonces los precios se han incrementado en México y con ello se ha agudizado el poder adquisitivo.
Ahora, un mexicano que percibe el salario mínimo debe trabajar 24 horas y 31 minutos para poder comprar los alimentos para su familia. Esta jornada es extenuante si se considera que en 1987 solo se necesitaba trabajar 4 horas y 53 minutos para comprar los mismos productos.
Los precios de los alimentos se han incrementado más en el último año pues en 2016 el precio de la canasta era de 218 pesos, pero 12 meses más tarde se incrementó en un 12.5%.
“El aumento de precios de la CAR ya se comió en un año los incrementos de dos años, e incluso parte de lo que se anuncie para 2019”, expusieron los investigadores del CAM.
“Las pérdidas se han acumulado año tras año. Y la gente más desprotegida es la más golpeada”, dijo Lozano.
Con información de El País