Por: Jorge Pino Bocanegra.
Me asustas
Tu belleza me aterra
Mi masculinidad se atora
Mi espiritualidad no se entiende
Con nada
Me conviertes en el peor
De los egoístas
Me perturbas
Me incomodas
Me deliras
Me drogas
Me enfermas, mujer
Me enfermas
¿Y ahora que hago?
Desesperado,
Me defiendo
Me protejo
Me blindo
Me escondo.
Todo es inútil
Me pongo mil máscaras
y con una simple caricia infernal
Me las tiras todas
Tú no regalas besos, condenas a la muerte lenta
Mujer loca, desquiciada
Provocas que regurgite mil demonios
Que me sienta más ansioso que de costumbre
Sin embargo, me sigues hipnotizando
Con tu artificial belleza.
¿Qué escondes detrás de ese rostro?
Sólo veo un espectro
Estoy atrapado en la
Máxima de las ilusiones
Me recuerdas todo
Me incitas a la locura
Todo me recuerda a ti
Me llamas a la perdición
Mi cabeza no me deja,
Me mutila
Me conduce
Tu sinceridad me libera
Tus búsquedas me excitan
Yo no puedo, ni podré
Cazarte hermosa
Eres el mejor de los alucinógenos
Tendré que esperar,
Tendré que esperarte.
Ven y caza este pequeño astro
Este pequeño ser
Este pobre y melancólico
Ser humano.
Te amo, y por ahora te seguiré amando
Como la más hermosa de la condenas
Si al final ya lo sabes
No soy nada
Que tus ojos ya no tengan
Sólo eres una simple y corriente mujer
Eres tan cambiante como
La naturaleza que admiran mis ojos
Mi pachamama
La Shiva de mi locura
Mi diosa favorita del amor caótico
Te libero, para enterrarme
Cázanos a todos
Planetas, estrellas, satélites
A todos,
Solamente tú puedes de un bocado
Devorarte infinidad de galaxias
Sólo así
Aprenderemos a resignarnos.
El amor es así
Un poco cortado, un poco insano.