Policía dispersa manifestantes en Brasil

Con gases lacrimógenos y bombas de estruendo, la policía brasileña agredió a unas 300 que protestaban contra la Copa del Mundo que querían acercarse al estadio Maracaná minutos antes del inicio de la final del Mundial 2014

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Regeneración. Julio 13, 2014 Río de JaneiroLos manifestantes corrían en pequeños grupos en todos los sentidos para escapar de los gases lacrimógenos. Al menos un joven vestido de negro fue arrestado y golpeado por policías, constató un periodista de la Afp.

La policía montada fue desplegada para enfrentar a los manifestantes, rodeados por cientos de agentes de las fuerzas de seguridad en una plaza del barrio popular de Tijuca, a un kilómetro del Maracaná donde Argentina se enfrenta a Alemania por la final de la Copa del Mundo.

Muchos manifestantes partieron y unos 100 permanecieron en la plaza, batiendo palmas y entonando canciones contra la policía.

Centenares de policías habían bloqueado poco antes la marcha de los manifestantes al estadio, lanzando gas pimienta contra algunos que querían traspasar la barrera.

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Los manifestantes llevaban pancartas que leían «Liberen a los presos» y «Protesta no es crimen», en referencia a los 19 activistas arrestados el sábado y acusados de vandalismo en otras protestas en Rio de Janeiro.

Otras decían «Fuck FIFA», o «Llámame Neymar y cuida mi salud». Los manifestantes piden más inversiones en salud, educación y transporte, en vez de en estadios.

«Estamos contra la Copa por la forma en que ha sido realizada. Se ha tornado un instrumento para centralizar la riqueza, de desigualdad social y también de represión del Estado», dijo a la AFP el manifestante Mauricio Mileo, del movimiento social Colectivo Marxista.

«Es tan grande el aparato policial que cualquier acción es casi imposible. Nos sumamos a las organizaciones sociales para pedir que liberen a los que fueron presos y respeten el habeas corpus», dijo.

Un total de 26 mil policías y soldados garantizan este domingo la seguridad en Rio de Janeiro, en el mayor dispositivo en la historia de Brasil.

Además de arrestar el sábado a 19 activistas, la policía busca a otros nueve manifestantes a los que considera «prófugos».

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Según la policía, los manifestantes pretendían realizar acciones violentas el sábado o este domingo.

Sobre los detenidos pesa un mandato de prisión preventiva de cinco días y pueden enfrentar una pena de hasta tres años de cárcel por el cargo de pertenencia a grupo armado.

Una histórica ola de manifestaciones sacudió Brasil durante la Copa Confederaciones-2013, contra el coste del Mundial a los contribuyentes brasileños, estimado en unos 11 mil millones de dólares, y el deficiente estado de los servicios públicos.

Desde que comenzó la competición, no obstante, el número y la intensidad de las manifestaciones fue muy reducido.