Joaquín Vargas continúa con el “hostigamiento” hacia la periodista; basado en una sentencia apelable y sujeta de amparo, afirma que Aristegui mintió y excedió su libertad de expresión.
Regeneración, 07 de noviembre 2016.- Joaquín Vargas, presidente de MVS Comunicaciones, aseguró que la periodista Carmen Aristegui “excedió su libertad de expresión y de información” causando daño a los “derechos de personalidad, honor y prestigio” a el empresario, en el prólogo del libro “La Casa Blanca de Peña Nieto”, afirmó el mismo Vargas en un desplegado publicado en medios impresos.
Titulado “Aristegui Mintió”, el desplegado se basa en las “partes esenciales” de la sentencia dictada por el Juez de Primera Instancia del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, mismo que es apelable y sujeta de amparo ante la Suprema Corte de Justicia.
Vargas, afirma que la sentencia determina lo siguiente:
“1.-Que los términos utilizados por Carmen Aristegui en su prólogo del libro para referirse a mi, no tienen el propósito de informar, sino el claro afán de desprestigiarme, produciendo con ello un agravio a mi honor, al atribuirme falsas conductas que por supuesto nunca fueron probadas, configurándose así un hecho ilícito.
“2.-Que los argumentos utilizados por Carmen Aristegui en el prólogo no se ajustan a la realidad, además de que no tienen referencia con el contenido del libro o de la información periodística, ya que su fin fue exhibir o dirimir los conflictos personales que la periodista tiene en mi contra.
“3.-Que Carmen Aristegui excedió su libertad de expresión y de información causando un daño a los derechos de personalidad, honor y prestigio a mi persona, en sus apreciaciones contenidas en el prólogo del libro La Casa Blanca de Peña Nieto.
“4.-Que lo expresado por Carmen Aristegui en mi contra es una mentira, pues en ningún momento ofreció pruebas para acreditar lo dicho en el prólogo de este libro”.
De acuerdo con Joaquín Vargas, el desplegado salió a la luz porque “las credenciales y el amplio reconocimiento público de Carmen Aristegui, no le dan derecho a mentir y difamar sin consecuencias”.
Recordemos que Vargas demandó a la periodista por un presunto daño moral y reclamó a la editorial Penguin Random House Mondadori, la desaparición del prólogo de 43 páginas del libro La Casa Blanca de Peña Nieto, la Historia que Cimbró un Gobierno, el cual, fue escrito por la periodista.
De acuerdo con Aristegui y su equipo el verdadero motivo del conflicto se debió a la difusión del reportaje La Casa Blanca de Peña Nieto en noviembre de 2014, trabajo que ha sido reconocido con premios nacionales e internacionales.
Para Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el caso de la Casa Blanca y las demandas contra Carmen constituyen “un caso de altísimo interés público, sobre todo porque mereció una disculpa pública del propio presidente de la República de México”.
Y afirmó que pese a que el gobierno mexicano ha dicho que no tiene nada que ver con el despido de Carmen, les llama la atención que “se continúe con las demandas que pueden constituir una forma de hostigamiento”.
“La Corte Interamericana ha dicho que no sólo las demandas de carácter penal tienen un efecto inhibidor sino también una demanda con una sanción económica elevada tiene un costo muy elevado e implica un hostigamiento.
“Hay que esperar cuál será la posición del Poder Judicial mexicano en este caso, pero no deja de ser preocupante desde el inicio la cantidad de demandas mercantiles que se han interpuesto en contra de la periodista”, abundó Lanza en ese momento.
¿Cuáles son los párrafos por los que Joaquín Vargas se “ofendió”?
“Personalmente lamento el derrumbe moral de Joaquín Vargas y el de sus hermanos, a quienes estimé mucho y sinceramente. Lamento también la carga moral que han transferido al resto de la familia Vargas. Son personas a las que conozco y aprecio desde hace muchos años. Por su perfil e historias propias, pienso que quienes no participaron en las acciones de censura y aniquilamiento no pudieron haber visto con buenos ojos lo que de tan mala manera hicieron a nombre de sus empresas contra los periodistas.
“Con Joaquín y Alejandro Vargas construimos el mejor y más independiente de los espacios de la radio en México. Forjamos juntos un modelo de referencia para ejercer con profesionalismo nuestra tarea. Un buen negocio, también, con los mejores niveles de audiencia. Siempre di por verdadero su compromiso y responsabilidad con los radioescuchas y los creí convencidos de que lo que hacíamos juntos, tanto la empresa como los comunicadores, era en beneficio de México.
“Fue una tragedia ver cómo aquellos que habían apostado por la libertad de expresión y la investigación periodística, como proyecto compartido con los periodistas de esa primera emisión, finalmente sucumbieron a presiones y componendas de un poder al que ya antes se habían enfrentado con dignidad y valentía”.
“¿Dónde quedaron aquellos Joaquín y Ernesto Vargas de 2012 que enfrentaron a la presidencia, denunciando presiones que confundían berrinches presidenciales con políticas en telecomunicaciones? ¿Qué fue de Joaquín, Ernesto y Alejandro Vargas en 2015, ahora con un gobierno del PRI? Haciendo a un lado biografía, prestigio y compromisos, aceptaron el papel de instrumento para asestar la puñalada con cobardía”.
“Es insoslayable el hecho de que el 17 y 18 de septiembre de 2015 MVS obtuvo de forma expedita, por parte de un tribunal federal, dos fallos favorables en asuntos que estuvieron largamente en litigio: el must carry–must offer (que obliga a Televisa a permitir la retransmisión gratuita de su señal por parte de otras empresas, entre ellas Dish, filial de MVS), así como la concesión de una prórroga al uso de la banda de 2.5 Ghz”.
Con información de Proceso.