Por René Alberto López
(Febrero 20, 2014) Villahermosa.- Esta semana en Tabasco han saltado a la palestra popular dos noticias que deben importarnos a autoridades y consumidores de energía eléctrica.
Ayer nos desayunamos la noticia de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le suspendió el fluido eléctrico a las instalaciones de la Ciudad Deportiva, lo mismo que al DIF-Tabasco y al Centro de Atención del Adolescentes del DIF.
Por otra parte, el director general de Energía de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Ariel Córdova Wilson dio a conocer que la deuda que enfrenta la CFE a causa de morosos asciende a cinco mil 400 millones de pesos y que ésta crece 140 millones de pesos cada mes.
Esto es, al concluir el mes de febrero el débito, ocasionado principalmente por la resistencia civil de no pago de más de 300 mil tabasqueños, andaría cerca de los seis mil millones de pesos.
En el tema del corte de luz a las dependencias hay dos escenarios por revisar. El primero de ello, que podría tratarse de una estrategia acordada con el gobierno estatal –piensa bien y acertarás—para emprender una campaña de corte masivo contra deudores, pues cultiva la percepción entre los morosos: si le cortan al gobierno, ¿qué no harán con nosotros?
El otro es que la federación ya está dispuesta a venirse con todo en Tabasco y decidió comenzar la suspensión del servicio a oficinas del gobierno del estado, para presionarlo y para conocer el talante del mandatario estatal.
Lo cierto es que el conflicto ha estado en una calma chicha porque las brigadas de la dependencia federal ha mantenido frenado los cortes de luz, y los deudores que quieren solucionar su problema están a la espera del dichoso acuerdo CFE, Secretaría de Hacienda-gobierno del estado.
En efecto, tiene razón Ariel Córdoba, el convenio todavía no sales y las deudas siguen creciendo. Ahí está el detalle.
Como se sabe, este problema se inició hace 18 años, en 1995 para ser exactos, a una convocatoria del entonces perredista Andrés Manuel López Obrador.
El asunto es que entre los compromisos de campaña del hoy gobernador Arturo Núñez Jiménez se encuentra el de darle solución al problema de la resistencia civil y, se inclinó por la vieja demanda de López Obrador del “borrón y cuenta nueva”. La gente se entusiasmaba cuando en sus recorridos de proselitismo abordaba el caso de la resistencia civil y arengaba que las deudas eran “impagables e incobrables”.
Además, no son pocas las personas que guardan en sus casas los llamados “amparos” que les entregó el Partido de la Revolución Democrática para fijarlos en los medidores a fin de que los trabajadores de la CFE no les cortaran la luz.
Este columnista conserva uno de ellos, y el documento en cuestión trae las firmas de legisladores federales perredistas, entre ellas la del entonces senador Arturo Núñez Jiménez, hoy mandatario estatal. Por cierto, esos amparos los brigadistas de la CFE se lo pasaban por donde no les da el sol.
Hoy el tema es ¿cómo se va a resolver el problema? A finales del año pasado el diputado del PRD Abner Rafael Balboa Sánchez afirmó que en el mes de diciembre el propio Ejecutivo estatal daría a conocer el convenio y los beneficios. Incluso anticipó un descuento para aquellos que tuvieran adeudos menores a los 20 mil pesos. Esto no ocurrió y el conflicto sigue latente.
Aquí se vislumbran dos aspectos. Si los descuentos se aplican a morosos con deudas de 20 o 30 mil pesos para abajo, simplemente no funcionará, porque la amplia mayoría adeuda más de 100 mil pesos.
El borrón y cuenta nueva lo considera el gobierno federal un imposible, y López Obrador que tiene ascendencia en el gobierno de Tabasco, exige anular todo el adeudo a los que están en resistencia civil.
Lo cierto es que este problema es una bomba de tiempo para el gobierno estatal y federal, pues los tabasqueños no olvidan que el entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto, prometió en su campaña bajar las tarifas eléctricas en Tabasco.
Hasta el santo día de hoy, nadie ha cumplido, y la deuda sigue creciendo. Pero hay otro problemita que quizá no han sopesado las autoridades. Supongamos que se da el borrón y cuenta nueva o que los beneficios del acuerdo llenen las expectativas de los consumidores en cartera vencida ¿cómo hacer para sembrarles la cultura del pago a quienes tienen más de 15 años sin pagar la luz?
En tiempos de un Tabasco y México más despiertos y con la herramienta de las redes sociales, no me quiero ni imaginar lo que podría suceder si se trabajan mal las estrategias para solucionar el problema de la resistencia civil en Tabasco.
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Publicado en Franja Sur
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