Mil wixaritaris tomaron posesión de 184 hectáreas que ganaderos y agricultores de Nayarit invadieron hace décadas y les fueron restituidas. Ganaderos inconformes bloquearon camino y retuvieron una camioneta con víveres para los indígenas que acampan en el predio. Sedatu les dijo: “No intervendremos con Cosomer a menos que haya sangre o violencia”.
Regeneración, 24 de septiembre de 2016. De la empinada cordillera de Pajaritos, Jalisco, bajaron a pie más de mil indígenas wixaritaris (huicholes) para tomar posesión de 184 hectáreas de su territorio ancestral, que invadieron ganaderos y agricultores de Huajimic, Nayarit, a mediados del siglo pasado.
Los indígenas descendieron casi mil metros desde San Isidro, Jalisco hasta Huajimic, Nayarit para hacer válida la primera ejecución por 47 juicios agrarios que emprendieron a fin de recuperar 10 mil hectáreas invadidas.
Los wixaritaris tardaron menos de tres horas en bajar al predio ubicado en las faldas de la cordillera Pajaritos. Las autoridades agrarias les entregaron el terreno y de inmediato instalaron un campamento provisional y ya no dejaron pasar ni a la policía.
Tras 10 años de un largo proceso judicial, los tribunales agrarios avalaron esta sentencia y ya tienen listas otras 12 sentencias para su ejecución.
“Es un hecho histórico, es la primera restitución de tierras, toda la comunidad está feliz”, dijo Miguel Vázquez, presidente del comisariado de bienes comunales de San Sebastián y Tuxpan, uno de los líderes indígenas que desde el pasado jueves bajaron por la sierra para defender la tierra que les fue entregada.
Aunque no hubo resistencia para entregar el predio –por los propietarios de las 184 hectáreas a nombre de Enriqueta Montoya Contreras–, por la tarde pobladores de Huajimic impidieron la salida de funcionarios del Tribunal Agrario 56 de Tepic que encabezaron la ejecución de la sentencia y colocaron vehículos en el camino de terracería para evitar el paso de los vehículos.
Además de los funcionarios del tribunal, el bloqueo de los pobladores impidió la salida de una decena de representantes de los medios que atestiguaron la restitución de tierras. Hasta pasadas las 20 horas del jueves, policías estatales convencieron a los manifestantes de dejar libre el paso.
El bloqueo se dispersó con la promesa de que los habitantes serían escuchados en las oficinas de la delegación en Huajimic, hacia donde se dirigieron de inmediato, pero no llegaron a la reunión ni el delegado José Manuel González Rodríguez, ni quien se identificó como director de la policía investigadora de la Fiscalía de Nayarit.
Indignados, los pobladores amagaron con regresar al predio la noche del jueves en el que estaban los wixaritaris y se comenzó a integrar un grupo de personas armadas, pero al final los habitantes mayores lograron disuadirlos.
El viernes por la mañana un grupo de propietarios acudió al predio, luego de que la gente rumoró que los indígenas habían dispersado el ganado y destruido casas y corrales, mientras los wixaritari instalados bajo lonas, plásticos y tiendas de campaña sólo les permitieron el paso para llevarse su ganado a otros predios.
Al mediodía, los vecinos de Huajimic realizaron un nuevo bloqueo con vehículos junto al pueblo para impedir el paso a los indígenas que quisieran ingresar para comprar víveres o agua o el paso de comerciantes y autoridades que quisieran avituallarlos.
Los propietarios de los terrenos en disputa insistieron en que se pague una indemnización conforme la entrega de predios mediante el programa de atención de Conflictos Sociales en el Medio Rural de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Los habitantes de Huajimic mantenían su protesta y retuvieron una camioneta de los wixaritaris repleta de víveres que habían comprado en el pueblo para llevarla a sus compañeros en el campamento.
“No nos moveremos hasta que atiendan nuestras demandas y nos paguen la tierra que les están dando a los huicholes”, dijo Alejandro Quintanilla, quien encabeza un grupo de 23 propietarios demandados por las 10 mil hectáreas en conflicto. Este grupo presentó 23 juicios de exclusión que suman 6 mil hectáreas en busca de evitar nuevas ejecuciones en su contra.
El gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, dijo que ya dialogó con su homólogo de Jalisco, Aristóteles Sandoval, para buscar que no se pase a la violencia por ambos grupos y añadió que envió policías estatales para evitar un enfrentamiento.
Tensión en Huajimic: ganaderos molestos con wixaritaris
“Intervendremos a menos que haya sangre”: Sedatu
Ante la magnitud de los hechos se temía un enfrentamiento a gran escala entre estas dos regiones, ya que los ganaderos de Huajimic, claramente no tenían la intención de permitir que su patrimonio les fuera arrebatado. Este es el momento más riesgoso. Sin embargo, la autoridad federal se desentendió.
“No intervendremos en Cosomer (Comisión de Conflictos en Medio Rural) a menos que haya sangre o violencia”, dijo Gustavo Cárdenas Monroy, subsecretario de Desarrollo Agrario de Sedatu, al abogado de los wixarikas, Rubén Ávila.
El vocero de la comisión negociadora de propietarios de Huajimic, Ignacio Gamboa, tras realizar la denuncia de este problema indicó que desde el día de ayer miércoles Huajimic fue sitiado por estos comuneros indígenas, con la indicación de invadir tempranamente el día de hoy, por lo que la gente de los pueblos aledaños, así como de Pajaritos, Cerro Prieto, Las Jaras, Cofradía y todos aquellos trabajadores comuneros que estaban en Huajimic, les ordenaron que se concentraran en el Cerro Cuate.
Por su parte el Fiscal General, Edgar Veytia, indicó en un comunicado que 120 elemento de la Policía Nayarit ya se encuentran salvaguardando la zona, aclarando que la intención de los oficiales es mantener la paz, evitando cualquier tipo de enfrentamiento.
Explicando que este problema prevalece desde hace ya más de 50 años, de lucha jurídica constante, “si viene es cierto que es un problema de antaño, que antecede a más de 50 años de lucha jurídica, en este gobierno no hemos hecho nada más que tratar de solucionar y llegar a acuerdos entre estas personas, pero estamos presentes para poder mantener la paz y esa tranquilidad ahí” señaló.
Con información de La Jornada, Sol de Nayarit y Milenio Jalisco.