Los resultados indicaron que la batería de 3.500 mAh que tenía el teléfono era demasiado para un dispositivo tan delgado
Regeneración, 8 de diciembre del 2016.-Un estudio a fondo de unos ingenieros de la empresa Instrumental develó el error que posiblemente haya causado el trágico final del Note 7. Samsung perdió gran parte del prestigió que había adquirido con los Galaxy S6 y 7.
Los ingenieros desarmaron el hardware de un Galaxy Note 7 y luego de varios análisis llegaron a la conclusión, que al cargarse, las baterías aumentan un poco su tamaño, por lo que es necesario un 10% de espacio extra. En este modelo la batería está insertada en una ranura de 5,2 milímetros de grosor con poco espacio alrededor. «Si a eso se añade la presión causada por el uso diario, el riesgo de explosión aumenta», afirma Anna Shedletsky, encargada del estudio.
En pocas palabras, la batería de 3.500 mAh que tenía el teléfono era demasiado para un dispositivo tan delgado. Los componentes dentro del teléfono quedaban muy pegados y eso daba lugar a que haya presión y, por ende, las explosiones que dieron lugar a que se dejara de producir el modelo.