Ruanda: el genocidio que el mundo no vio

• Los supervivientes en todo el país recordaran a las víctimas con una semana de duelo oficial

Regeneración. Abril 12, 2014.- Ruanda conmemora el 20 aniversario de uno de los peores crímenes de todos los tiempos: el 7 de abril de 1994 comenzó en el país del este de África un genocidio en el que durante sólo en 100 días murieron cerca de 800 mil tutsis y hutus moderados. Extremistas de las milicias hutu masacraron brutalmente a machetazos a los miembros de la minoría étnica.

El conflicto, surge en 1962 cuando Bélgica le concede la independencia a Ruanda y Burundi pero establece la diferencia de clases entre las etnias de tutsis y hutus.

La etnia de Los tutsis, definida por los belgas antes de abandonar esta colonia africana como ruandeses altos, elegantes, de nariz fina pero que representaban el 15% de la población, «se diferenciaban» de los hutus por ser bajos, toscos en sus andares y de nariz más ancha, pero que eran una mayoría del 84% de la población; lo que ocasionó uno de los conflictos más sangrientos de la historia del siglo XX.

En 1973, los hutus, instalados en el poder iniciaron la persecución contra los tutsis. Una guerra de guerrillas que por años no llama la atención de la comunidad internacional, hasta que en 1990, se logra la firma de un tratado de paz con la etnia tutsi.

Un año después, un misil derriba el avión de la primera ministra ruandesa hutu y se culpa a los tutsis del atentado por lo que se rompe el tratado y reiniciar la persecución de tutsis. Sin jefe de estado ni gobierno la represión y hostigamiento reinó en el país. Los hutus utilizaban las ondas radiofónicas para enviar mensajes a sus guerrillas diciéndoles donde se escondían los tutsis, para que fueran por ellos y los masacraran. La radio de las Mil Colinas se convirtió en la voz de los instigadores, El medio de comunicación para instigar al exterminio.

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Refugiados cruzan la frontera de Rusumo, Ruanda, a Tanzania, el 30 de mayo 1994. Foto Reuters/ Jeremías Kamau

100 días y 800.000 muertos

Fueron 100 días en los que murieron 800.000 personas, en su la mayoría tutsis. En esos 100 días, el mundo cerró los ojos y prefirió no ver como cortaban las cabezas a mujeres, niños, hombres y ancianos. Una aniquilación sin precedentes. Los genocidios suelen producirse en un periodo amplio de tiempo y justificarse con políticas, pero este fue con un control puntual.

Una media de 5 muertos por minuto durante 100 días, ante la pasividad de los cascos azules de la ONU que bajo mando de un general canadiense, terminaron huyendo por piernas dejando a los civiles a su albedrio y frente a sus asesinos. El Comandante Romeo Dallaire, reconoció su error, pero aún así seguirá cargando con la culpa por dejar a su suerte, a una población indefensa y asediada por el horror ante el mundo impasible.

por redacción con información de lavanguardia.com