Regeneración, 2 de diciembre de 2015.- Rusia acusó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y a su familia de estar involucrados en comercio ilegal de petróleo con el Estado Islámico, lo que avivó el conflicto ocasionado por el derribo de un avión de guerra ruso por parte de Ankara.
Estas acusaciones han sido las más recientes en una guerra de palabras entre Rusia y Turquía desde que Turquía derribó un avión ruso por sobrevolar su espacio aéreo el 24 de noviembre.
Erdogan respondió que las declaraciones de Rusia son «calumnias».
«El principal consumidor de este petróleo robado de sus legítimos dueños, Siria e Irak, es Turquía», dijo el viceministro de defensa Anatoly Antonov en una conferencia de prensa.
«De acuerdo a la información disponible, los más altos líderes del país, el presidente Erdogan y su familia, están envueltos en este negocio ilegal».
Erdogan ya ha rechazado estas acusaciones y ha declarado que renunciará a su cargo si se prueba que son ciertas.
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(AFP)