Sanders refiere un análisis sobre el complejo militar-industrial. Alerta sobre los seis billones empleados en la guerra contra el terror
Regeneración, 8 de julio del 2019. El senador demócrata Bernie Sanders advirtió sobre el crecimiento de la industria militar, que ha crecido por caminos más sofisticados.
Sanders refirió que incluso el presidente Dwight D. Eisenhower, quien no era un socialista radical, sino un republicano, trató de advertir sobre el «complejo industrial–militar».
“En un momento en que nuestro país ha gastado seis billones de dólares en la guerra contra el terror, ahora es el momento para ponerse de pie y decir:»
«Hay una mejor manera de usar nuestra riqueza», apunta Sanders.
El senador además señala un análisis escrito por Daniel Wirls y publicado en uno de los diarios de mayor circulación: El Washington Post.
Wirls es profesor de política en la Universidad de California y autor de varios libros como Seguridad irracional: la política de defensa de Reagan a Obama.
Eisenhower lo llamó el ‘complejo militar-industrial’. Es mucho más grande ahora
Ese es el nombre del análisis de Wirls, publicado el pasado 26 de junio, donde analiza lo que él llama «complejo corporativo de seguridad nacional».
Wirls advierte sobre la inédita «conjunción de un inmenso establecimiento militar y una gran industria de las armas”.
Menciona que Eisenhower estaba preocupado por la posible influencia de la industria sobre la política gubernamental y los presupuestos.
Desde entonces, dice Wirls, los analistas y los expertos han usado el término para sugerir que los fabricantes de armas influyen indebidamente en los legisladores.
Otro efecto de la transformación de esta relación entre gobierno e industria de las armas, se refleja en la expansión del gasto gubernamental en seguridad nacional.
Muchas corporaciones ahora tienen contratos importantes con más de una agencia federal.
Por ejemplo Lockheed Martin y General Dynamics, y quizás las nuevas Tecnologías Raytheon, se han diversificado como “Walmarts of war”, como los llaman algunos investigadores.
Estas empresas ofrecen una amplia gama de productos y servicios a diversas partes del gobierno federal.
El analista subraya cuatro aspectos de la transformación del complejo militar en Estados Unidos.
Aquí hay cuatro cosas que se debe saber sobre esta transformación.
1. El presidente Dwight Eisenhower acuñó el término y se atascó.
En el contexto de la guerra fría, Dwight Eisenhower acuñó la frase como parte de una famosa advertencia.
Eisenhower estaba preocupado por la posible influencia de la industria sobre la política gubernamental y los presupuestos.
Desde entonces, los analistas y los expertos han usado el término para sugerir que los fabricantes de armas influyen indebidamente en los legisladores.
2. El 9/11 cambió el negocio de la seguridad nacional
El autor señala que después del 11 de septiembre, más agencias se involucraron en los contratos de seguridad nacional.
Gran parte del aumento en los gastos posteriores al 9/11 proviene de la creación del Departamento de Seguridad Nacional, indica.
Pone ejemplos, entre otros, que en la década de 1990, el Departamento de Estado tenía un promedio de 700 millones de dólares en contratos por año.
Solamente en asuntos relacionados con la seguridad nacional, precisa.
A partir de 2009, ese promedio aumentó a 8 mil 400 millones al año.
Los veteranos
Pero los aumentos más impresionantes tanto en los presupuestos generales como en la contratación provinieron de los asuntos de los veteranos.
Se conoce como VA al Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos.
Desde 2009 en adelante, VA contrató casi 20 mil millones de trabajo cada año en el Pentágono.
3. La contratación de defensa se extiende mucho más allá de la compra de armas
Entre los cambios de enfoque, el rotativo precisa que los departamentos de seguridad nacional ampliaron aún más su contratación en tecnología de la información.
Para “tareas que van desde lo básico, como la contabilidad, hasta lo exótico, incluida la guerra cibernética y la inteligencia artificial”, se precisa.
Ese trabajo se destinó tanto a los gigantes de fabricación de armas tradicionales como Lockheed Martin y General Dynamics, como a empresas como Booz Allen Hamilton y SAIC.
En cuarto lugar se citan una red de grandes contratistas con mayor alcance.
Finalmente, el autor resume que “centrarse de manera limitada en la adquisición de armas pierde el panorama general”.
En este sentido alerta que desde el 11 de septiembre, una serie cada vez más diversa de empresas tiene una participación significativa en el gasto federal de seguridad nacional.
“En todo caso, el complejo de Eisenhower se ha vuelto más complejo y potencialmente influyente” –concluye.
Proyectos recaen en aquellas colonias de mayor carencia y marginación con falta de oportunidades de desarrollo. https://t.co/4fEApMiRl3 vía @regeneracionmx
— RegeneraciónMx (@RegeneracionMx) July 8, 2019