Regeneración, 27 de febrero de 2015. El relevo de Jesús Murillo Karam como procurador General de la República (PGR) se concretó durante una ceremonia en Los Pinos en la que el presidente Enrique Peña Nieto le tomó protesta como nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Peña Nieto reconoció a Murillo Karam, de quien dijo desarrolló en la PGR tareas complejas y desafiantes, particularmente la última en torno al caso Iguala, donde se llevó a cabo una investigación “como no se había hecho otra en tiempos recientes”.
El Ejecutivo federal agregó: “quiero decirle a Jesús Murillo Karam que su amigo, el presidente de la República, está ampliamente reconocido por su trabajo y dedicación”.
En su turno, el ahora ex titular de la PGR sólo se refirió a su nuevo encargo y agradeció la oportunidad de seguir colaborando en el gabinete de Peña Nieto.
Durante la ceremonia, el presidente Peña Nieto reconoció también al titular saliente de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, de quien dijo emprenderá otras tareas políticas.
Caso Iguala
El saliente procurador ha lidiado con críticas mordaces por su gestión de la crisis generada por la desaparición de 43 estudiantes el 26 de septiembre de 2014 en el estado sureño de Guerrero.
También ha recibido ataques por su lentitud a la hora de investigar que un grupo de soldados asesinó a un grupo de unos 15 sospechosos de pertenecer al crimen organizado en un galpón cerca del estado de Guerrero después de que los hombres se hubieran rendido.
Un funcionario que no puede ser citado por no estar autorizado a hablar con la prensa, dijo que la sustituta de Murillo Karam será una ex senadora y fiscal electoral, Arely Gómez.
Murillo Karam, que fue gobernador y diputado, tuvo su momento de mayor popularidad, aunque negativa por un comentario casual durante una rueda de prensa en noviembre sobre el caso de los 43 estudiantes. Anunció que no respondería más preguntas, despidiéndose de los periodistas y dijo «ya me cansé».
La frase fue considerada ofensiva por los padres de los estudiantes desaparecidos que, cinco meses después aún no tienen información concreta de lo que le sucedió a sus hijos.
La policía municipal de Iguala, en Guerrero detuvo a los 43 y según Murillo Karam se los entregó a un grupo de narcotraficantes, los Guerreros Unidos. El procurador ha dicho que los sicarios mataron a los estudiantes, quemaron sus cuerpos en un basurero y lanzaron las cenizas junto a los dientes y restos de huesos a un río cercano.
Pero las pruebas de ADN no han dado resultados positivos en la identificación de la mayoría de los desaparecidos. Sólo en un caso ha podido comprobarse que los restos eran de uno de los 43. Un grupo de especialistas de la universidad de Inssbruck en Austria sigue tratando de encontrar ADN suficiente para poder llegar a una conclusión. La última ronde de pruebas destruirá los fragmentos de hueso que quedan.
Durante el mandato de Murillo Karam, la procuraduría ha tenido problemas y retrasos en la investigación en torno a las pruebas de que miembros del ejército mataron a la mayor parte de un grupo de narcotraficantes acorralados en un galpón en la localidad de San Pedro Limón el 30 de junio de 2014 incluso después de que se hubieran rendido.
La investigación forense de la escena del tiroteo se retrasó más de dos meses y, cuando se realizó, el lugar ya había sido afectado al estar abierto al público. Les tomó casi tres meses presentar cargos contra siete soldados de la escala básica entre los que se incluye un teniente.
(Con información de Ap)