Seis perros guía se graduaron y a partir de ahora serán los ojos del mismo número de personas ciegas, quienes podrán tener mayor independencia y movilidad durante sus trayectos en la Ciudad de México.
Regeneración, 6 de agosto de 2017.- El entrenador de la Escuela de Perros Guía, Efrén González explicó que estos perros pasan por un proceso largo e intensivo, pues desde que nacen o a los seis meses de vida los empiezan a familiarizar y cuando cumplen un año llevan un entrenamiento de 4 meses.
NO TODOS SON APTOS
No todos los perros califican, es por ello que en el lapso de cuatro meses la socialización muestra cuáles son aptos para desempeñar el trabajo de perro guía.
“Necesitan ser perros estables, que no se asustan ni reaccionan agresivos, que no van a tener conductas que ponen en riesgo a las personas que guían», explicó el entrenador.
Es importante explicar que ellos no están paseando, desempeñan un trabajo que consiste en evitar obstáculos al ciego que dirigen, por ello es que van de un punto A a un punto B y la persona debe saber el camino porque el perro en un inicio no conoce los lugares, sólo evita obstáculos.
Hay que entenderlo como un trabajo y la persona a la que guían también deben entenderlo, a fin de que no se desentrene, aunque con el paso del tiempo se convierte en su acompañante y amigo.
Alejandro, quien se graduó con su perro guía Júnior, porque «nos dijeron que para que realmente seamos un binomio pasarán unos seis meses a un año siempre y cuando hagamos un buen trabajo en equipo», comentó.
Este chico y otras cinco personas con ceguera recibieron su reconocimiento al igual que sus perros guía tras un periodo de capacitación de 28 días, donde aprendieron a guiarlos para que ahora sean sus ojos en vez de transitar con un bastón.
Con información de: Excélsior