En 2013 Peña Nieto canceló el decreto emitido en 1936 por Lázaro Cárdenas para resguardar esa reserva natural y, emitió un nuevo decreto, el cual legaliza la tala comercial.
Regeneración, 31 Octubre 2016.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales presentó, el pasado 21 de octubre, el nuevo Plan de Manejo del área natural protegida Nevado de Toluca, que autoriza la tala comercial de 17 mil hectáreas de bosque, que equivalen a 33% del territorio de esta reserva natural y en donde se asienta casi la totalidad de la masa forestal del Nevado.
Esas 17 mil hectáreas están repartidas en 11 puntos distintos del Nevado de Toluca, zonas en las que el bosque había logrado preservarse de la tala clandestina, actividad que de manera ilegal se desarrolla en esta zona desde 1930, y que ahora podrá proseguir, con el aval de las autoridades.
El Nevado de Toluca fue declarado como “Parque Nacional” en 1936, por el entonces presidente Lázaro Cárdenas. Esta categoría de protección prohibía cualquier tipo de explotación de los recursos naturales de la zona, debido a su importancia estratégica para proveer de agua al Valle de México, al Valle de Toluca, y al norte del estado de Guerrero.
En enero de 2013, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas reconoció que, luego de más de 70 años de depredación, el Nevado de Toluca ha sufrido “la desaparición de enormes extensiones de bosque que han sido convertidas en cultivos; la disminución de especies y poblaciones silvestres de flora y fauna; la desaparición y merma de manantiales; el aumento de cárcavas y erosión, con la (consiguiente) pérdida de miles de toneladas de suelo por el cultivo de papa, el desarrollo de minas y la extracción de tepojal (material pétreo para construcción)”.
Según la dependencia, el deterioro ambiental de la zona también ha generado “problemas sociales y económicos muy severos, y la disminución del bienestar social tanto a nivel local como regional”.
El 1 de octubre de 2013, Enrique Peña Nieto canceló el decreto emitido en 1936 por Lázaro Cárdenas para resguardar esta reserva natural y, emitió un nuevo decreto, el cual legaliza la tala comercial, la agricultura, la ganadería, y otras actividades extractivas y comerciales en los bosques del Nevado.
Un “estudio previo justificativo”, elaborado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, asegura que “la tendencia del deterioro generalizado” en el Nevado de Toluca es de tal magnitud “que en una o dos décadas (se prevé que) pierda completamente su función en su parte norte, con graves consecuencias ambientales, sociales y económicas”.
Pese al panorama pesimista, el estudio afirma que todavía es viable “la conservación y/o restauración de aquellas superficies que aún se encuentran poco impactadas y que requieren de un cuidado especial, para asegurar su integridad a largo plazo”.
Esas zonas de bosque “que aún se encuentran poco impactadas” y que pueden preservarse, sin embargo, son los 11 puntos en los que ahora la tala comercial quedó totalmente autorizada con el plan de manejo publicado el pasado 21 de octubre, tal como dejan ver las fotografías satelitales del Nevado de Toluca.
Los 11 polígonos donde queda autorizada la tala comercial abarcan un área total de 17 mil 785 hectáreas (casi 180 kilómetros cuadrados). En total, en el norte del Nevado de Toluca se autorizó la tala en 90 kilómetros cuadrados de bosque, es decir, casi la totalidad de la masa forestal de esta zona.
3 mil 785 hectáreas de bosque (37 kilómetros cuadrados) que colindan con el valle de Toluca también fueron declarados por las autoridades como perímetro de tala comercial, el pasado 21 de octubre.
Además, en la zona suroeste del Nevado de Toluca, en donde se encuentra el santuario de las mariposas monarca, 2 mil 182 hectáreas de bosque también se convertirán en un polígono de tala comercial. Este polígono de tala rodea en su totalidad las 122 hectáreas destinadas al santuario de las mariposas monarca.
El documento no especifica cómo se logrará devolver los bosques del Nevado a su masa original, si todo lo que la masa forestal se amplíe será talado con fines comerciales. Por el contrario, al referirse a estos esquemas comerciales, el documento se pierde en una explicación general, que no especifica ninguna de sus características específicas.
En las 17 mil 785 hectáreas donde ahora está permitida la tala comercial se asientan bosques de pino, oyamel y aile, que están surcados por los ríos Oyamel, Escoba, La Ciénega, Las Cruces, Zacango, Cano, Grande, Terrenillos, Los Hoyos, El Zacatonal, La Hortaliza, Pichontagüi, El Salto, Palo Amarillo, Paso Ancho y el Chiquihuitero.
En estos bosques, además, crecen distintas especies de arbustos y especies herbáceas, que dan alimento y refugio a aves, roedores, mamíferos medianos y pequeños, como codornices, la gallina de monte y cimarrona, tsícatas, el halcón peregrino, el gavilán de Cooper, pájaros carpinteros, calandrias, oropéndulas, búhos, tecolotes, lechuzas, gorriones, zorzales cantores, venados cola blanca, coyotes, linces, zorros grices, murciélagos, tlacuaches, conejos, armadillos, zorrillos, y decenas más de reptiles.
Gran parte de todas estas especies de fauna están catalogadas como “amenazadas” y “en riesgo”, por lo que con la tala aprobada por Peña Nieto podrían desaparecer.
Con información de Animal Política