Fundado en 1943, por el Colegio Nacional han pasado 101 personas, de los cuales 97 son hombres y sólo cuatro mujeres.
Regeneración, 17 de noviembre de 2017.- Es sintomático, quizá hasta revelador, desde que se fundó, el Colegio Nacional, una institución pública, de carácter universitario, dedicada a la investigación y a la enseñanza superior, ha tenido a muy pocas mujeres en sus filas, cuatro para ser exactas, desde 1943.
En un texto editorial de Alejandro de la Garza, publicado el pasado 23 septiembre, se señala la manera en que la Academia mexicana ha estado inundada por varones sin que hasta la fecha se resuelvan preguntas básicas como ¿Quién maneja El Colegio Nacional? ¿Sus miembros en sesión plenaria? ¿El presidente en turno? ¿Algún comité de notables entre los notables? ¿Quién propone a sus integrantes y quién los aprueba?
Según la información del sitio, el Colegio comparte su historia, sus integrantes y de sus muchas actividades, pero falta información esencial, pues ni siquiera hay portal de transparencia donde averiguar bien a bien cómo funciona.
El Colegio Nacional se fundó por decreto del presidente Manuel Ávila Camacho en 1943 con quince miembros (Reyes, Rivera, Orozco, Caso, Chávez, et al.). A lo largo de sus 75 años de existencia la institución ha tenido 101 integrantes, de los cuales 97 han sido hombres y cuatro mujeres.
Su decreto de creación limitaba la conformación del Colegio a veinte miembros, pero en 1971 el presidente Echeverría amplió a cuarenta el número de sus integrantes. La primera mujer en integrarse a este grupo fue la historiadora Beatriz Ramírez de la Fuente, quien ingresó en 1985, es decir, a este cuerpo colegiado de varones le tomó 32 años admitir a una mujer.
Actualmente, lo conforman 37 hombres y 3 mujeres: a psiquiatra María Elena Medina-Mora, admitida en 2006; la arqueóloga Linda Rosa Manzanilla Naim, ingresada en 2007, y la filóloga Concepción Company Company, recién ingresada en 2017, junto con cuatro hombres.
A las preguntas previas, se podrían sumar las que tienen que ver con su presupuesto, cómo se reparte, cómo es que cobran sus integrantes, cómo es que se valoran las actividades académicas y colegiadas y si los miembros del Sistema Nacional de Investigadores o de Creadores reciben el doble de compensación por sus funciones.
Vía La Razón.