En defensa de megaproyectos mineros, petroleros e hidroeléctricos, que amenazan ríos y manantiales y para preservar la administración de los pueblos sobre el agua, nahuats, tutunakús y mestizos de 22 municipios de la Sierra Norte de Puebla y cinco de Veracruz, formaron el Comité Regional del Agua. “El agua y la vida valen más que el oro” dijeron.
Leticia Ánimas
Regeneración, 23 de junio de 2017. Zoquiapan, Puebla.- Organizados para la defensa ante el embate de los megaproyectos, pero también para una administración autogestiva e integral, pobladores de 22 municipios de la Sierra Norte y Nororiental poblana y cinco de sus vecinos veracruzanos, decidieron constituir un Comité Regional del Agua.
Con la consigna de que el agua y la vida valen más que el oro, habitantes de Cuetzalan, Zapotitlán, Atlequizayan, Zongozotla, Huitzilan, Tuzamapan, Ixtepec, Huehuetla, Zoquiapan, Xochitlan, Tlatlauquitepec, Teziutlan, Olintla, Nauzontla, Zacapoaxtla, Tetela, Zozocolco, Ayotoxco, San José Acateno y Tlapacoya, entre otros, acordaron sumar su lucha en defensa del agua con quienes ya están organizados con el mismo fin en el centro del estado.
Durante la Vigésima Asamblea del Comité de Defensa del Territorio y por la Vida se tomó la decisión de que cada una de las 121 comunidades presentes en la asamblea constituirían organismos colegiados como alternativa a la gestión autoritaria, neoliberal e ineficiente de este bien natural, que privilegia a los proyectos extractivos sobre las actividades cotidianas y económicas de los pueblos.
Indicaron que cada comité comunitario realizará el cuidado del agua, “revisará la ley privatizadora del estado de Puebla y hará una propuesta para garantizar el derecho humano al agua de la población”.
También pondrán en marcha tecnologías alternativas para la captación del agua de lluvia y para un mejor aprovechamiento de este bien natural.
“El agua es un tema de vida o muerte frente a los megaproyectos que se pretenden imponer en la región sin importar la destrucción de bosques, ríos y manantiales, o el despojo a las comunidades, ni el surgimiento de conflictos entre los pobladores”, por eso la lucha en defensa del agua, dijeron, es la lucha en defensa de sus comunidades y su derecho a una vida digna.