La situación política que vive México en estos días es “aterradora”, considera la escritora Elena Poniatowska pues vivimos en un país que nos duele.
Regeneración, 23 de septiembre del 2015. “Estamos a punto de cumplir un año de la desaparición de los normalistas en Ayotzinapa, un asunto cuya solución fue darle a las personas una gran, gran mentira. Es intragable e insoportable que digan que fueron quemados. Eso nos duele”.
La periodista explicó que “ser un gran país es un trabajo de todos los que lo conformamos, tal vez nosotros somos los que hemos fallado”. A propósito de su obra, en la que presenta a una Lupe Marín (1895-1983), dura, difícil, «más cercana a una Coatlicue», dijo que se trata de un libro para honrar a una familia y al pasado de un país que es superior al que tenemos ahora.
Con relación a la novela, El Siglo de Torreón, lo reseña de la siguiente manera:
La novela busca acercar al público lector al México que vivió Lupe Marín: un México histórico, social, cultural, que vio nacer al Realismo y que albergó a grandes artistas contemporáneos como Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfraro Siqueiros y León Trotsky.
«Había un esplendor en las artes, las ciencias, en la política… Cárdenas, la expropiación petrolera…», compartió la investigadora de la novela, Sonia Peña.
El proceso de investigación duró un año. Se buscó información en archivos y en bibliotecas; hubo entrevistas con la propia Marín y con sus familiares: sus nietos, Juan Pablo Gómez Rivera, Diego Julián López Rivera, Ruth María Alvarado Rivera y Juan Coronel Rivera, pero también contó con las palabras del artista Rafael Coronel.
Elena Poniatowska piensa que Lupe Marín representa a ese México creativo e innovador dadas sus propias características como ser humano: «(Lupe) fue una gran figura mexicana. Fue una mujer valiente. Todo lo hacía bien, con gran fuerza, aunque claro, tampoco era una santa», afirma la escritora.
Lupe Marín fue testigo privilegiado de su propia época ya que fungió un papel de esposa y madre pero de manera poco convencial. Para su época, ella dejó la imagen de una esposa abnegada y en cambio, fue una mujer rebelde y «bravísima».
«Cumplía con todas las características para poder ser recreada como personaje de novela, además, claro, de su relación con Diego Rivera. Lupe Marín fue una mujer que rompió molde. Hablaba incluso mal de contemporáneos como Novo», agrega Peña.
La figura emblemática de Lupe Marín abrió el debate sobre el papel de la mujer periodista en la actualidad, a lo que Poniatowska opinó: «Las mujeres en el periodismo han destacado mucho por honradez y su capacidad de entrega. Investigan, van a las calles, preguntan».
Finalmente, al preguntársele a la escritora dónde se encuentran los límites entre la ficción y la realidad que plasma en sus novelas, ella contestó que la novela es un inmensa biografía de los seres humanos donde a veces las personas se centran en sí mismos, pero a veces también se centran en las vidas de otros.
«Yo imagino a partir de mis limitaciones, o a partir de mí misma. El acomodar la voz de mis entrevistados, sus palabras y su mundo, me permite conocer más a la gente y amar más a mi país», finalizó la autora.
Con información de La Jornada y El Siglo de Torreón. Foto: La Jornada