Sobre Rebelión y cambios. Movimiento estudiantil y ciudadano en Sonora

Patricio Estévez se detiene a describir, desde su experiencia, los impactos en Sonora del régimen autoritario dominado por el PRI durante 1967, 1968-1973.

Sobre Rebelión y cambio. El movimiento estudiantil y ciudadano en Sonora 1967, 1968-1973 de Patricio Estévez

Por Cuitlahuac Galaviz*

Regeneración, 2 de septiembre del 2019. El pasado 29 de agosto tuve la oportunidad de presentar un libro testimonial sobre la participación de Patricio Estévez en movilizaciones estudiantiles en Sonora en los años sesenta y setenta.

El evento fue realizado en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, en el marco del programa Noche de museos.

En el libro, el autor se detiene a describir, desde su experiencia, los impactos en Sonora del régimen autoritario dominado por el PRI durante el periodo en cuestión.

Se menciona, por ejemplo, los importantes hechos de 1967; en dicho año, surgió un movimiento social de dimensiones e impacto considerables en el estado.

El origen del conflicto estuvo asociado a la elección de candidatura priísta a gobernador. El entonces presidente nacional del PRI, Carlos Madrazo, anunció un “proyecto democratizador” al interior del partido.

Uno de los aspectos más importantes del proyecto era la apertura a la participación de fuerzas políticas regionales en la elección de candidatos a gobernador.

En Sonora hubo cambio de gobernatura en 1967 y varios políticos con intenciones de ocupar el cargo iniciaron lo que podríamos llamar eventos de precampaña.

Sin embargo, al final se dio vuelta atrás al proyecto democratizador y se designó como candidato a Faustino Félix Serna.

Rápidamente iniciaron protestas y resistencias a lo que se llamó la “imposición” de candidato. Una de las principales resistencias provino de la dirigencia de la hoy extinta Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora (FEUS).

Patricio Estévez participó en los hechos; incluso, nos da una anécdota que me pareció especialmente interesante: “una mañana, varios compañeros nos encontrábamos en las escalinatas del edificio principal de la Universidad [de Sonora], cuando apareció un joven trabajador en su bicicleta.

Nos buscaba para informarnos que en el radio receptor de su casa se escuchaban todos los días informaciones y conversaciones sobre la situación [universitaria].

Un grupo de nosotros se trasladó al lugar donde constatamos que, debido a un curioso accidente técnico, efectivamente se ventilaban […] reportes telefónicos diarios de los agentes de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS)” (páginas 41 y 42).

Patricio formó parte de un grupo de estudiantes que se encargó de documentar los informes de los agentes de la DFS a sus jefes en la Ciudad de México. De modo que los estudiantes pudieron espiar a los espías de gobernación.

El movimiento de 1967 en Sonora término cuando el general José Hernández Toledo, al mando del Batallón Olimpia (el mismo relacionado con la masacre estudiantil en Tlatelolco un año después) desalojó a estudiantes que mantenían ocupado el campus central universitario.

Sin embargo, los hechos del 67 sirvieron de aprendizaje y plataforma política para varios de sus integrantes, entre ellos el mismo Patricio que, en 1970, ganó la elección de candidato a presidente de la FEUS.

Inició, así, una nueva etapa de movilizaciones estudiantiles en la Universidad de Sonora.

Esta vez, la intención era crear una nueva ley universitaria. Vale la pena detenerse en otra anécdota interesante del libro: “el 8 de octubre de 1971 el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Víctor Bravo Ahuja [fue invitado a una] sesión del Consejo Universitario […] Ese día memorable, la FEUS concentró a los estudiantes para recibir al funcionario.

Así, Bravo Ahuja y su comitiva fueron interceptados sorpresivamente […] Fue así como inesperadamente conseguimos debatir con un secretario del gabinete del presidente Echeverría” (páginas 59 y 60).

La visita del funcionario fue aprovechada para presionar al Consejo Universitario para que aprobara una comisión que se encargaría de proponer una nueva ley orgánica para la universidad.

La nueva ley universitaria llegó al Congreso del Estado. Sin embargo, tuvo importantes modificaciones y los estudiantes movilizados se opusieron.

La respuesta del gobierno estatal fue una dura represión que terminó con las movilizaciones estudiantiles. El mismo Patricio tuvo que salir de Sonora a causa de una especial represión en su contra.

Este y otros episodios se narran en el libro de Patricio Estévez; un importante testimonio de una generación que, en muchos sentidos, cambió al mundo.

*Doctorante en Estudios del Desarrollo por el Instituto Mora.