El experimento de los Organismos Genéticamente Modificados se lleva a cabo en tiempo real, con nuestra comida y con el sistema ecológico como laboratorios; es tal vez el mayor caso de arrogancia humana. Se crea un nuevo sistema «demasiado grande para fallar». Si falla no es posible un rescate
Por Mark Spitznagel y Nassim Nicholas Taleb
Regeneración 14 de julio de 2015. Antes de la crisis financiera que se inició en 2007, nosotros creíamosque el sistema financiero era frágil e insostenible, al contrario de los análisis generalizados de la época.
Ahora, tenemos algo mucho más arriesgado ante nosotros, con riesgosque implican la supervivencia del ecosistema global -no sólo el sistemafinanciero. Esta vez, la lucha es en contra de la promoción actual de los organismos modificados genéticamente o OGM´s.
Nuestros críticos sostenían que el sistema financiero había mejoradogracias al progreso constante de la ciencia y la tecnología, que estas tenían bendecidas a las finanzas con la visión económica más sofisticada. Pero los «riesgos de cola», o el efecto de eventos raros pero con consecuencias monstruosas habían ido en aumento, debido a lacreciente complejidad y globalización. Teniendo en cuenta que casi nadie estaba prestando atención a los riesgos, nos pusimos a nosotros mismos y nuestros clientes bajo protección frente a un eventual colapsodel sistema bancario, que posteriormente sucedió, beneficiando aaquellos que estaban preparados.
Las falacias utilizadas en los argumentos en contra de nosotros en el momento fueron los siguientes:
En primer lugar, se nos dice que estamos «contra la ciencia.» Nuestrosadversarios invocaron el consenso entre los economistas a favor de estos métodos, una falacia grave. Si la ciencia solo hubiese operado por consenso, todavía estaríamos atrapados en la Edad Media. De acuerdo con la práctica científica, el consenso científico se utiliza en decirnos lo que la teoría está equivocada; no puede determinar lo que es correcto.Tampoco puede aplicarse a la gestión del riesgo, que requiere mucho mayor escrutinio.
En segundo lugar, nos encontramos ante el argumento de que «más tecnología es siempre mejor», una corrupción de la idea de progreso.De hecho, sólo una pequeña minoría de las tecnologías terminanteniendo éxito; la mayoría fallan debido a algún defecto identificado con el tiempo.
En tercer lugar, nos dijeron que ideas como la nuestra prevalecieron en el pasado, y que estas habrían impedido la toma de riesgos. Sin embargo, la primera regla de la toma de riesgos es no cruzar la callecon los ojos vendados.
Cuarto, revelaciones financieras tóxicas se consideraron «seguras», de acuerdo a los modelos de riesgo primitivos. Pero Fannie Mae fue a la quiebra precisamente por el exceso de confianza en sus malos modelos (y, de paso, después de su rescate, siguió utilizando los mismosmodelos de riesgo).
En quinto lugar, el sistema siguió confiando en «predicciones», sin darse cuenta de que el pasado historial de predicciones de los banqueros centrales y economistas se podía utilizar para que los astrólogos vieran bien. Sin embargo, todo el sistema económico se basaba en estasendebles predicciones – mientras, estábamos defendiendo un sistema que había aislado partes para soportar errores de predicción.
Dijimos en repetidas ocasiones que no había evidencia de que el sistema era estable, que estábamos en «la Gran Moderación», unapráctica errónea común en la que la ausencia de evidencia se interpreta como evidencia de ausencia de riesgo. Para que el sistema financierosea viable, la solución es que se parezca al negocio de los restaurantes:descentralizado, con errores que se queden local y que no puede hacer caer todo el aparato.
Como dijimos, el sistema financiero casi se colapsa pero era solo dinero. Ahora nos enfrentamos ante las mismas cinco falacias frente a nuestra precaución contra el crecimiento de la popularidad de los OGM´s.
En primer lugar, ha habido una tendencia a etiquetar cualquier persona que no le gusta los OGM´s como anti-ciencia – y los ponen en la misma categoría como anti-antibióticos, anti-vacunas, incluso como luditas. Es, por supuesto, una comparación nada científica. Tampoco es la invocación escolástica de un «consenso» un argumento científico válido.
Curiosamente, hay similitudes entre los argumentos que son pro-OGMy el aceite de serpiente, este último se basó en una definición cosmética de la ciencia. El cargo de «nihilismo terapéutico» fue dado a personas que impugnaron como medicina el aceite de serpiente en el umbral delsiglo 20. (En ese momento, cualquier cosa con la apariencia de sofisticación era considerada el «progreso».)
En segundo lugar, se nos dice que un tomate modificado no es diferente de un tomate natural. Eso está mal: El mecanismo estadísticomediante el cual un tomate fue construida por la naturaleza es de abajo hacia arriba, probando en pequeños pasos (como con el negocio de los restaurantes, distinto de la propensión al contagio de los bancos). En la naturaleza, los errores se mantienen confinados y, críticamente, aislados.
En tercer lugar, el argumento de la salvación tecnológica que nos enfrentamos en las finanzas también está presente con los OGM´s, los cuales se dice están destinados a «salvar a los niños, proporcionándoles arroz enriquecido con vitaminas.» La falsedad delargumento es obvia: En un sistema complejo, no sabemos la cadena decausalidades, y es mejor resolver un problema por el método más simple, y por uno que es poco probable que cause un problema mayor.
En cuarto lugar, al promover un monocultivo sucede lo que en las finanzas, en donde todos los riesgos se hicieron sistémicos – los OGM´s amenazan más de lo que potencialmente pueden ayudar. La población de Irlanda fue diezmada por el efecto del monocultivo durante la hambruna de la papa. Sólo consideren que lo mismo pueda suceder a escala planetaria.
En quinto lugar, y lo que es más preocupante, es que los riesgos de losOGM´s son más severos que los de las finanzas. Estos pueden llevar acomplejas cadenas de cambios impredecibles en el ecosistema, además los métodos de gestión de riesgos con los OGM – a diferencia de las finanzas, donde se hizo un poco de esfuerzo – no son ni siquiera primitivos.
El experimento de los OGM´s, llevado a cabo en tiempo real, con todanuestra comida y con el sistema ecológico como su laboratorio, es tal vez el mayor caso de la arrogancia humana. Se crea sistemáticamenteuna nueva empresa «demasiado grande para fallar » – pero para la queno será posible el rescate cuando falle.
http://www.nytimes.com/2015/07/14/business/dealbook/another-too-big-to-fail-system-in-gmos.html?_r=2
Mark Spitznagel es el fundador y presidente de inversiones de UniversaInvestments y autor de «El Dao de Capital: Inversión austriaca en un mundodistorsionado». Nassim Nicholas Taleb es consejero científico distinguido enInversiones Universa, autor de «El Cisne Negro» y profesor distinguido deingeniería de riesgos en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de NuevaYork.
*Traducción de la Fundación Semillas de Vida, A.C.