Por Rafael López Mérida | Los Angeles Press
Regeneración, 22 de febrero de 2015.-La trata de personas es un delito no sólo muy grave, sino también en rápido crecimiento, según la Organización de las Naciones Unidas actualmente ya ocupa el tercer lugar de los «negocios» delictivos más lucrativos a nivel internacional, sólo superado por el narcotráfico y el comercio de armas. Incluso, estima las ganancias de la trata en alrededor de 32 mil millones de dólares anuales a nivel mundial.
Empecemos por definir este delito, de acuerdo al Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños define ésta como:
La acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación.
Las formas de explotación incluyen, pero no se limitan, a la prostitución u otras formas de explotación sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
Este delito tiene una creciente presencia en México, al respecto la American Bar Association Human Trafficking Assesment Tool, en 2009 señalaba que las entidades con mayor riesgo eran Baja California, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Tlaxcala, Quintana Roo y el Distrito Federal.
Dicho estudio también señala que México es tanto un país de destino como de tránsito y las víctimas provienen de Estados Unidos, Centro y Sudamérica, así como de países europeos y del sudeste asiático. También es un destino con un creciente turismo sexual, principalmente en entidades como Chiapas, frontera con Guatemala, y Baja California, frontera con Estados Unidos, así como Quintana Roo y Jalisco con fuerte presencia turística en las ciudades de Cancún, Puerto Vallarta y Guadalajara.
México no cumple normas mínimas de protección a víctimas de trata
El Informe de Monitoreo sobre la trata de personas de 2014 –que anualmente realiza el Departamento de Estado de Estados Unidos–, sigue clasificando a México en el nivel 2, el cual corresponde a gobiernos que no cumplen con las normas mínimas de la Ley de protección de víctimas de trata pero que están haciendo esfuerzos significativos para cumplirlos.
Entre las causas de esta problemática identifica la explotación y los abusos sexuales realizados por miembros de las iglesias; la alta corrupción de los funcionarios públicos para facilitar estos delitos, considerados también como parte de los tratantes; proxenetas, dueños de burdeles y agencias de empleos. Así como la deficiente colaboración y coordinación de acciones entre algunas instancias de procuración de justicia y las ONG’s.
Si la trata de personas ya es un grave delito lo es más cuando afecta a niñas, niños y adolescentes, al respecto el Informe de Monitoreo de País Sobre la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA) 2014, elaborado por End Child Prostitution, Child Pornography and Trafficking of children for sexual purposes (ECPAT México) señala que este delito se ha incrementado en los últimos cinco años, lo cual se atribuye a factores estructurales como: la inseguridad y violencia; la pobreza; la escasez de oportunidades; la discriminación y violencia de género y la migración.
Esta situación resulta más preocupante cuando vemos que pese a que el gobierno mexicano, a través de las instituciones encargadas de la infancia y adolescencia en el país, se comprometió a implementar un Plan de Acción Nacional para la prevención, atención y erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA) en su participación en los tres Congresos mundiales contra este delito en Estocolmo 1996, Yokohama 2001 y Rio de Janeiro 2008; hasta el día de hoy este Plan no existe.
Al respecto, en el cuarto y quinto Informes Consolidados sobre el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, que el gobierno mexicano hizo llegar al Comité de los Derechos del Niño de la ONU en 2012, se señala la existencia de un Plan de Acción Nacional para prevenir, atender y erradicar la esclavitud sexual Infantil, pero en un Addendum al informe presentado por la administración actual en junio de 2014, ya no se menciona la existencia de este plan contra la ESCNNA, solamente reporta la aprobación de la Ley General de Trata de Personas y la existencia de un protocolo de atención a niñas, niños y víctimas de explotación sexual.
El desinterés de las autoridades mexicanas fue reportado el año pasado en el Congreso Panamericano del Niño, Niña y Adolescentes de la OEA, realizado en Brasil, donde se señaló que México no cuenta con un plan nacional de acción contra la explotación sexual comercial de menores, así como tampoco un sistema de recopilación de datos que permita dar cuenta de la magnitud de este delito, además de que no ha firmado el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un Procedimiento de Comunicaciones aprobado en Naciones Unidas.
Esto demuestra el escaso interés de las autoridades federales y estatales por el tema que incluye prostitución, pornografía, trabajo forzado y toda la gama de abusos y maltratos a los niños y niñas del país.
*Director de Proyectos Especiales de la Fundación Nacional de Investigación de Niños Robados y Desaparecidos IAP.