Exponer a los dreamers para conseguir el dinero, es una solución que ha sido vista con agrado por muchos conservadores dentro y fuera del Congreso.
Regeneración, 7 de septiembre de 2017.- La anulación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), se suma al endurecimiento de las medidas migratorias de la administración de Donald Trump, pero también pone a los jóvenes como moneda de cambio para el tan anhelado muro fronterizo que quiere construir el magnate.
“No se puede hacer sólo una cosa, se debe intentar una reforma general”, ha señalado la portavoz del Gobierno, Sarah Huckabee Sanders.
Exponer a los dreamers para conseguir el dinero, es una solución que ha sido vista con agrado por muchos conservadores dentro y fuera del Congreso, pero que también choca con un rechazo radical de los demócratas pues para ellos, supondría convertir a los jóvenes inmigrantes en rehenes de una negociación radiactiva.
“Los dreamers no son moneda de cambio para un muro fronterizo ni una inhumana fuerza de deportación. Punto”, ha declarado el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
Aunque los demócratas buscarían frenar esa propuesta en el senado, los dreamers, mientras tanto, seguirían desamparados y sin papeles.
Trump no ha declarado nada concluyente sobre la anulación del DACA, en las últimas 24 horas se limitó a decir “que nadie se equivoque, vamos a poner por delante los intereses de los ciudadanos estadounidenses”. Así como “Tengo amor por esta gente y espero que el Congreso sea capaz de ayudarles de forma correcta. Realmente, no tenemos otra posibilidad”, incluso dijo que, si no se logra un acuerdo parlamentario, se encargará de “revisar el tema”, pero esta declaración deja entrever que la esperanza para los dreamers es casi nula, pues el mandatario difícilmente aceptará la continuación del programa bajo los mismos estándares.
Por ahora, la Casa Blanca ha puesto precio al futuro de los dreamers, Trump podría apoyar su regularización en el Congreso a cambio de que se aprueben fondos para la construcción del muro con México. Los más de 800 mil jóvenes están, por ahora, como rehenes de una negociación cuyo final se vislumbra oscuro.
Con información de El País