Indígenas tutunakús de la Sierra Nortey Nororiental de Puebla reunidos en Tepango, acordaron defender la “casa grande”, como instruyó el Papa Francisco cuando vino a México. Los indígenas se pronunciaron contra el despojo, la privatización o la invasión de su territorio y de sus recursos naturales.
Leticia Ánimas
Regeneración, 2 de marzo de 2016. Tepango de Rodríguez, Puebla.- Acompañados por miembros de la pastoral social de la iglesia Católica, indígenas totonacos de la Sierra Norte y Nororiental acordaron defender la “casa grande”, como instruyó el Papa Francisco cuando vino a México y se pronunciaron contra el despojo, la privatización o la invasión de su territorio y de sus recursos naturales.
Durante una reunión realizada en Tepango de Rodríguez, donde hay tres concesiones para la explotación de minerales metálicos y no metálicos, y se proyecta instalar una hidroeléctrica de la que sólo tienen noticia porque “los empresarios ya trazaron una brecha y porque quisieron venir a comprar unos terrenos en la zona de Las Láminas y como no pudieron, ahora buscan más abajo”, representantes de 15 comunidades decidieron unirse y organizarse como “pueblo indígena y defender su territorio”.
En el encuentro, los totonacos llamaron a no permitir que los partidos políticos los dividan, y a ya no creer en las promesas de campaña de los candidatos porque, dijeron, lo importante es “estar unidos para podernos defender como indígenas y reafirmar nuestra identidad, para que se nos respete y no nos invadan, ni nos despojen”.
“Nos estamos organizando porque sabemos que rescatar y salvaguardar nuestra cultura y nuestra espiritualidad, tiene que ver también con la defensa de nuestro territorio, por eso nos declaramos dueños, guardianes y herederos del lugar que ocupamos, porque aquí están nuestras montañas, nuestras cavernas, nuestros manantiales que son lugares sagrados, portadores de vida y un don divino”, aclararon.
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El territorio de los pueblos originarios, consideraron, debe estar libre de los denominados proyectos de muerte, como la minería, las hidroeléctricas, las ciudades rurales, la extracción de hidrocarburos y de todo lo que implique la privatización, despojo o invasión de sus bienes naturales. “Somos un pueblo en estrecha relación con el Dios de la vida y portadores de una cosmovisión y una espiritualidad propias”
Este modelo de desarrollo (basado en la explotación de los recursos naturales) “es para mal. Porque las minas no sólo van acabar con los cerros y con el agua, sino que también van a producir venenos que se meten a las entrañas de la tierra “que deben defender porque aquí es donde manifestamos nuestra cultura y se desarrolla nuestra vida. Es el lugar donde nos dejaron nuestros antepasados y en donde dejaremos a nuestros hijos, y ellos a su descendencia”.
En Tepango de Rodríguez, según el Sistema de Información Minera, hay tres concesiones: la 221908; 221910 y 223133, para la exploración y explotación de oro, plata cobre, plomo y zinc, entregadas a Salvador Zarandona Prats en predios denominados San Cruz, La Cruz y Terrazos que abarcan 62 hectáreas de la cabecera municipal.
El municipio es atravesado por los ríos Nepopualco y Ayoco, que son brazos del Zempoala y el Ajajalpan, que a su vez forman parte de la Cuenca del Río Tecolutla. La mayor parte de su territorio está cubierto por grandes áreas de bosques mesófilo de montaña – ecosistema del que sólo queda en el país un 1 por ciento-, donde predominan árboles de las especies alíes y liquidámbar, además de pino-encino.