Este primero de mayo miles de migrantes abandonaron sus trabajos y salieron a las calles a marchar en Estados Unidos. Es el primer intento de una huelga nacional desde hace cien años en ese país. En Los Ángeles, Nueva York, Houston, Chicago, Seattle y en decenas de ciudades más pequeñas, desde Fort Lauderdale, en Florida, a Portland, Oregon.
Regeneración, 1 de mayo de 2017. En medio de un clima antiinmigrante desatado por las políticas de Donald Trump, miles de migrantes no asistieron a sus trabajos y se sumaron a las manifestaciones en defensa de sus derechos, amenazados
Coincidiendo con los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump en la Casa Blanca, miles de migrantes se manifestaron en decenas de ciudades de la Unión Americana como Los Ángeles, Nueva York, Houston, Chicago, y Seattle y más pequeñas como Fort Lauderdale, en Florida, a Portland, Oregon.
En muchos lugares, los activistas pidieron a la gente no acudir a sus empleos, a la escuela ni a comprar, para mostrar la importancia de la inmigración en las comunidades estadounidenses.
Jorge Mújica, reconocido activista y defensor de los derechos humanos de los migrantes en Estados Unidos, señaló que Trump no ha hecho –todavía– lo que dijo que iba a hacer, se ha quedado en discurso, en campaña, aunque la amenaza está ahí.
«El ambiente antiinmigrante está allí y por eso nosotros marchamos y suspendimos el trabajo. En Estados Unidos no hay días festivos, no existen, todos los días son laborables, pero nosotros hemos decidido hacer un día de ausencia laboral, le llamamos el Día sin Migrantes, pero lo que quiere decir es sin migrantes en el trabajo, con migrantes en las calles», dijo el activista en entrevista con Ricardo Rocha,
“Se puede decir que esta es la primera huelga nacional o el primer intento de huelga nacional en Estados Unidos en más de un siglo; es lo que esperamos el día de hoy».
Asimismo, indicó que Estados Unidos tiene que adoptar de alguna manera un sistema que permita la inmigración, «la inmigración indocumentada no es un problema, el problema es que este país no tiene un sistema de otorgar visas a los trabajadores internacionales, a los inmigrantes, ese es el problema».
Puntualizó que, la unidad se está dando más allá de las organizaciones migrantes, pues marcharán hoy con comunidades LGBT, con defensores del medio ambiente y sindicatos, «porque todo el mundo se siente bajo ataque, todo el mundo se siente amenazado por las políticas de Donald Trump».
Aunque los miembros de los sindicatos suelen marchar el 1 de mayo en favor de los derechos de los trabajadores en todo el mundo, la jornada se ha convertido en una fecha clave para migrantes en Estados Unidos desde las multitudinarias protestas de 2006 contra una propuesta de ley sobre inmigración.
En los últimos años, las protestas por los derechos se redujeron mientras los grupos centraban su atención en el registro de votantes y el cabildeo. Ahora los colectivos de migrantes se han unido a asociaciones de musulmanes, defensores de los derechos de las mujeres y otros en contra de las políticas del gobierno de Trump.
“Nunca habíamos visto un apoyo tan grande como el que tenemos desde la elección de Donald Trump”, informó Kica Matos, portavoz del Fair Immigration Reform Movement.
En sus primeros 100 días en la Casa Blanca, Trump ha promovido intensamente la implantación de las normas migratorias, como decretos para erigir un muro en la frontera con México y para vetar la entrada al país desde seis naciones de mayoría musulmana.
El gobierno detuvo a miles de personas que estaban de forma ilegal en el país y amenazó con retener la financiación a las jurisdicciones que limitan la cooperación entre las autoridades migratorias locales y federales.
En respuesta, los líderes locales prometieron pelear y la participación cívica aumentó, incluyendo el “Día Sin Inmigrantes” en febrero. El veto migratorio y la norma contra las conocidas como “ciudades santuario” fueron suspendidas temporalmente en los tribunales.
Una ciudad puede recibir la denominación de “santuario”, como cuando le ordena a su policía que no pregunte sobre la residencia legal de los detenidos o que decline peticiones de las autoridades migratorias para mantener retenidos a los acusados mientras esperan ser deportados.
Huelga en el trabajo y en el mercado
Además de las manifestaciones, activistas por los derechos de los migrantes en comunidades de Indiana, Massachusetts, Texas y otras partes del país convocaron huelgas para mostrar al país la demanda de mano de obra migrante y su poder de compra.
“En este día, no iremos a trabajar. No iremos a la escuela. No compraremos nada”, dijo Francisca Santiago, una trabajadora en una granja de Homestead, Florida.
Defensores de los inmigrantes esperan que su mensaje llegue a Trump, a los legisladores del congreso y al público, además de proporcionar un sentido de unidad y fuerza entre los opositores a las políticas del gobierno.
(Información Radio Fórmula y AP)