Un respiro para el mundo. Egipto, Túnez, Argelia,…

Rossana Rossanda.  Il Manifesto *

¿Quién se esperaba un levantamiento popular en Túnez, Argelia, Egipto? Nadie. No Francia, persuadida de mantener el control sobre un país que había sido su colonia y ha hecho una metedura de pata clamorosa proponiendo a un Ben Ali, huyendo, que le enviaría en apoyo a su equipo más experto en temas de represión. No Estados Unidos, que tenía al aliado más fuerte en Oriente Medio a inestable Hosni Mubarak , Egipto es uno de los dos países que han reconocido oficialmente el estado de Israel y especialista en nadar a dos aguas en el conflicto entre Israel y Palestina. Barack Obama, que sigue atentamente la situación, ha hecho bien en pedir a Mubarak en no recurrir a la represión. Mubarak no es un tipo del que tomar consejos retado por un pueblo en cólera, que no esta dispuesto a contentarse con la destitución del gobierno y un discurso lleno de promesas de un déspota.
 
La revuelta comenzó de Túnez, y está afectando a la orilla sur del Mediterráneo. HA sido bloqueada por el poderoso ejército dueño de Argelia, sobre un régimen del que nadie abre el pico, porque es nuestro mayor proveedor de gas, y porque tenemos un enorme interés, tanto porque se considera una barrera para la ampliación de islamismo. Este fue también el pretexto para el apoyo de Francia a Ben Ali, pero no basta con que él y su esposa, abandonados por el ejército, cortasen la cuerda de las inmensas riquezas que han sido robados, para que la gente se contentase. El intento de establecer un gobierno de continuidad parcial con la anterior levantó la furia del país, que sigue en aumento, no en nombre de Dios contra los infieles, sino para una recuperación de sus derechos, por una apropiación de los bienes robados, para la libertad de tener un gobierno suyo.
 
Lo mismo en Egipto, donde la liquidación del gobierno de Mubarak, decidido a no renunciar a su puesto, sólo ha hacho aumentar la ira. También en Egipto, el ejército ha sacado los tanques, pero no ha disparado contra las personas y los grupos de manifestantes que se  han subido a los blindados a confraternizar, y han incendiado los coches de la policía, la sede del partido presidencial, los símbolos y edificios públicos. Mubarak ha ordenado el toque de queda nocturno y las calles de El Cairo siguen llenas, la ciudad está iluminada por las llamas. Los Hermanos Musulmanes, que habían obtenido ochenta diputados en las últimas elecciones y ahora habían sido apartados, se han unido a la revuelta, pero no han sido los que la han hecho empezar, la multitud ha tenido suficiente con estos treinta años, otra cosa que excepto Mubarak no se sabía. Y en esta situación es en la que sería posible un líder, Mohamed El Baradej, que desde La Haya había parado las intenciones incendiarias de Bush contra Irán, que ha regresado a Egipto para manifestarse con las multitudes, pero que la policía le ha impedido hablar. En este momento son un pueblo, masas de individuos que desafían todos los poderes. Los regímenes han destruido partidos políticos y sindicatos, todo órgano intermedios.
 
Los mismos Hermanos Musulmanes son un residuo, grande, de un partido muy perseguido. ¿Quién y cómo, estructurará la transición de la revuelta de un pueblo a la de un gobierno del pueblo?

Traducción SODEPAZ; http://sodepaz.org/component/content/article/72-mediterraneo/1523-un-respiro-del-mondo-egipto-tunez-argelia.html

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