Después de 10 años de lucha, los lazos que han creado los habitantes de Temacapulín con su tierra, y al interior del movimiento en contra de la Presa El Zapotillo, no sólo han generado un sentimiento de triunfo, sino también la posibilidad de la autonomía
Por Víctor Rivera/UDG*
“Si tú ahorita vas a Temaca, vas a ver unos cartelones que dicen ‘Temaca pueblo exitoso’ —explica Guadalupe Espinoza Sauceda, asesor jurídico del Comité Salvemos Temaca—, el padre Gabriel Espinoza Íñiguez está impulsando fuertemente un proceso autonómico en el sentido de tener desarrollo propio, una economía propia”.
Desde que se anunciara la construcción de la Presa El Zapotillo, los habitantes de Temacapulín, en los Altos de Jalisco, cumplieron una década en defensa de su pueblo. Guadalupe Espinoza comenta que el estado de ánimo en la población es variado, pero impera el sentimiento de triunfo: “Yo creo que en tres o cuatro meses se define esto. Yo siento que esto se queda a 80 metros y la libramos. Sería muy justo para Temaca, porque lo ha luchado y lo ha peleado. Si Acasico y Palmarejo no se salvan, es porque no han querido”.
El sacerdote Gabriel Espinoza Íñiguez es el presidente de la Asociación Civil Salvemos Temacapulín y se ha convertido en un símbolo del movimiento, ahora lidera proyectos de volver a los orígenes y trabajar la tierra, acciones que ayudarán a proyectar al pueblo a tener un nuevo impulso y ser así, un modelo de reorganización social construido desde redes populares por medio de la gestión y la participación directa de los habitantes. La finalidad, dice Guadalupe, es buscar una autonomía.
“Nosotros hemos estado hablando con otros amigos del DF, pero se está analizando poco a poco, porque es algo fuerte porque luego se nos puede venir el gobierno encima, pero se están gestando embriones de autonomías en todo el país”
Lo que a la población le da ese sentimiento son los juicios ganados, pues aparte de la controversia 93/2012, que dice que la presa se queda a 80 metros —con lo que no se inundaría Temacapulín— se tienen otros cuatro asuntos en la corte, entre ellos un amparo en revisión, de los primeros que se presentaron, a nombre de Lauro Jáuregui Jáuregui con número 97/2015, el cual se realizó en contra de la licitación del 20 de noviembre de 2008.
También está un recurso de inconformidad, el 302/2015, de Aurora Jáuregui Becerra, que versa respecto a un amparo que se ganó y que no se ha cumplido por parte de las entidades responsables, lideradas por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Sin embargo, una de las cosas que resaltan en la defensa de Temacapulín es la perseverancia, la convivencia, el discurso y respecto a los derechos humanos, puntualiza Espinoza Sauceda: “Creo que en eso Temaca ha sido enfático y ha sido un gran ejemplo, y eso se lo puedes sumar a otros movimientos sociales”.
Jaime Tamayo Rodríguez, investigador del Departamento de Estudios sobre movimientos sociales del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, señala que la perseverancia e incorruptibilidad de Temacapulín proviene de su contexto histórico, donde resalta la integración cultural-familiar, pues es un pueblo con una vieja tradición prehispánica: “Tiene una serie de elementos culturales que lo consolidan de manera muy fuerte. Ellos están muy ligados a sus tierras, muy ligados a su pasado, a su historia y a su tradición, y eso explica la lucha de estos pueblos”.
José Juan Valadez Hernández, analista especializado del Centro Estatal de Análisis Territorial del gobierno del estado, opina que “varios son los factores que han influido en la permanencia del Comité Salvemos Temaca. Primero, la fuerte identidad, así como los lazos. Existe el apoyo de los llamados hijos ausentes, así como otros movimientos y organizaciones sociales que fortalecen la lucha de los habitantes”.
Entre las asociaciones que apoyan la defensa, cita el Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario (IMDEC), Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), el Frente Amplio a Favor del Derecho del Agua y su Privatización, Coalición Mexicana por el Derecho del Agua, Red Latinoamericana contra Represas, sus Comunidades y el Agua, Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, entre otros.
Guadalupe Espinoza, acerca de los lazos que tiene ahora el poblado y su gente, dice: “Temacapulín tiene algo. Ahora ha habido voces que piden que Temaca se vaya por la autonomía, se ha pensado y se han estado analizando pros y contras, sería cuestión de analizarlo más, pero yo creo que ya tiene todo para poder llegar a eso. Hay varios casos de pueblos que andan así queriéndose ir por las autonomías en nuestro país, es que la gente anda buscando salidas, lo que me sorprende es que el gobierno parece no tener respuestas y la sociedad civil tiene muchas respuestas. La sociedad está buscando salidas y está proponiendo, esa sí no se ha cansado”.
Fuente: http://www.gaceta.udg.mx