Por Félix Santana Ángeles.
La intervención de las fuerzas armadas federales serán parte del escenario común para controlar el descontento social y no a la criminalidad, el autoritarismo y prepotencia del gobierno aumentará por su falta de legitimidad, una larga noche de seis años nos espera a los mexiquenses.
Regeneración, 30 agosto 2017.- La importancia del Estado de México para el Grupo Atlacomulco, representa un botín de más de 260 mil millones de pesos al año, su estilo de gobernar ha combinado la política y los negocios, convirtiendo al patrimonio público en patrimonio personal; así lo hacen desde el asesinato del gobernador mexiquense Alfredo Zárate Albarrán en 1942 cuando Isidro Fabela asumió la gubernatura y Alfredo del Mazo Vélez (abuelo del gobernador electo) como Tesorero corrompió con 3 mil pesos a los presidentes municipales y 10 mil pesos a los diputados locales para aceptar al nuevo gobernador aunque no cumpliera con ningún requisito constitucional.
75 años después, “Las Instituciones” guardianes de la democracia mexicana, como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación informó en un escuálido y opaco boletín que su Sala Regional de Toluca concluyó el recuento de 556 Casillas, sin dar a conocer los resultados de dicha revisión y con ello, consumar el fraude institucional que ninguna autoridad electoral pudo ver.
Si Alfredo del Mazo Maza asume la gubernatura mexiquense, será difícil ocultar la debilidad política y electoral del PRI, pues Morena obtuvo 65,797 votos más que partido oficial, lo que significa que Morena es la primera fuerza política en el estado de México, la izquierda en su conjunto alcanzó casi 3 millones de votos, es decir, un millón más que el PRI y sus aliados.
De los 17 millones de mexiquenses, sólo el 11.8% votaron por Del Mazo Tercero, lo que significa que 15 millones de personas rechazamos su imposición y como resultado el 60% de la población sabemos que su elección fue fraudulenta, con al menos 601 delitos electorales documentados que van desde rebase de los topes de gastos de campaña, intervención gubernamental, compra de votos, terrorismo psicológico, amenazas, levantones, narcomantas, cabezas de cerdos, toda esa suciedad difícilmente podrá olvidarse en el corto plazo.
El eventual gobierno de Alfredo Tercero, no será diferente a su trayectoria, por ejemplo en 2001, cuando trabajó como funcionario de PEMEX, recibió ilegalmente beneficios por más de 252 mil pesos y una beca para estudiar un Posgrado en la Universidad de Harvard, sin contar con los requisitos de ley; cuando fue Director de Banobras de 2012 a 2015, gastó 2 mil 605 millones de pesos en fiestas del día de muertos, árboles de navidad, viajes en avión, clases de boliche, yoga, ajedrez y tenis, compra de playeras de la selección mexicana, es decir, solo frivolidades.
La entrega discrecional de contratos a sus amigos y socios, será la continuación de lo que ya ha hecho, por ejemplo, haber pagado 67 millones 518 mil pesos por su transportación aérea como director de Banobras a Eolo Plus, filial del Grupo Higa, la empresa involucrada en la Casa Blanca de la esposa de Enrique Peña; u otorgar cuatro contratos por 283.3 millones de pesos al ex gobernador de Chihuahua, el hoy prófugo César Duarte Jaques.
La bonanza de las finanzas estatales, no detendrán la violencia, corrupción, inseguridad y pobreza en la que vive más de la mitad de la población del estado de México, porque el Grupo Atlacomulco del que forma parte Alfredo del Mazo, asume el patrimonio público, como riqueza personal, si hoy tenemos 60% de pobres, en 6 años se incrementarán a 80%, si hoy somos la entidad más violenta, la intervención de las fuerzas armadas federales serán parte del escenario común para controlar el descontento social y no a la criminalidad, el autoritarismo y prepotencia del gobierno aumentará por su falta de legitimidad, una larga noche de seis años nos espera a los mexiquenses.